Dicen que fue "El Texas" , abatidos serian quienes acompañaban a Raúl Payán traían parque como para durar por horas pero no pudieron
Lo que comenzó como un ataque contra un policía en el estacionamiento de la plaza Punto Cantabria terminó en un derrumbe de violencia y sangre dentro de un domicilio en Urbivilla del Cedro.
Allí, varios jóvenes de Badiraguato, integrantes de la célula criminal liderada por Raúl Payán, “El Texas”, fueron abatidos por las autoridades, aunque la Fiscalía General del Estado aún no ha revelado oficialmente la muerte del líder.
Fuentes de seguridad indicaron a La Pared que los jóvenes tenían entre 18 y 28 años y hasta hace poco llevaban vidas comunes. Jesús Ortiz Almeida, de aproximadamente 22 años, trabajaba como ayudante de verdulero antes de involucrarse con el grupo criminal.
Junto a él cayeron los hermanos Alexis Gustavo González, de 21 años, y Edgar Leonel Villalba, de 18, originarios de El Palmar del Río, con domicilio en la colonia El Llano, Badiraguato. Sus vecinos los recuerdan como jóvenes tranquilos que, en los últimos meses, comenzaron a mostrar un estilo de vida ligado al dinero fácil y las armas.
El cuarto abatido fue José Palma Meza, de aproximadamente 28 años, considerado el brazo derecho de “El Texas”. Provenía de una familia de músicos, con parientes vinculados a la administración pública, y su padre, un narcotraficante adinerado, desapareció hace años en Mexicali.
Investigadores consultados por La Pared indicaron que todos participaron en el ataque que terminó con la vida del policía en el estacionamiento de la plaza Punto Cantabria y que su huida concluyó en Urbivilla del Cedro, donde la autoridad los enfrentó y neutralizó dentro de un domicilio.
Raúl Payán, alias “El Texas”, era operador de la facción de los Chapitos y durante muchos años se desempeñó como jefe de plaza en Badiraguato, con amplio conocimiento del terreno y control de rutas locales de apoyo para la organización.
Este enfrentamiento refleja un patrón que se repite en Sinaloa: jóvenes que abandonan sus oficios cotidianos por la violencia y las armas, atraídos por promesas de dinero y poder dentro del crimen organizado. Las autoridades mantienen abiertas las investigaciones para esclarecer toda la red que operaba bajo Raúl Payán “El Texas” y determinar posibles implicados adicionales.