Lo mataron por que pudieron, Sicarios ejecutan a joven medico para robarle su camioneta en Veracruz
El médico cirujano y odontólogo Ribsaim Rodríguez Reta fue asesinado la noche de ayer sábado 26 de julio en Boca del Río, Veracruz, durante un asalto en el fraccionamiento Costa de Oro.
Sujetos armados lo interceptaron a las afueras de su domicilio para robarle su camioneta; al resistirse brevemente, fue ejecutado a balazos. Los delincuentes huyeron en la camioneta, pero tras un enfrentamiento con elementos policiales, el vehículo fue hallado abandonado en el puerto de Veracruz.
Argumento del título: ¿Por qué lo mataron?…Porque pueden:
El asesinato del médico Ribsaim Rodríguez Reta en Boca del Río no es solo un caso aislado de violencia, sino una manifestación cruda y directa del profundo estado de impunidad e inseguridad que prevalece en Veracruz. El planteamiento de tu título —”¿Por qué lo mataron?… Porque pueden”— es más que un recurso retórico; es el reflejo de una realidad en la que los criminales actúan con la confianza de que no serán detenidos ni castigados.
Los hechos apuntan a un fenómeno tristemente cotidiano: la vida de un profesionista valioso, cuya única “culpa” fue resistirse a un robo, puede ser segada sin miramientos por delincuentes que saben que el riesgo de enfrentar consecuencias reales es mínimo. En el actual contexto veracruzano, donde abundan los relatos de secuestros, extorsiones y asesinatos impunes —como el caso reciente de la taxista Irma Hernández—, la lógica criminal adoptada parece responder precisamente a la certeza de impunidad.
Esta brutalidad cotidiana no solo revela la descomposición social, sino la debilidad institucional: la delincuencia organizada y común opera cada vez con menos restricciones, a sabiendas de la ineficacia de los cuerpos de seguridad y la falta de contundencia del sistema de justicia. El “porque pueden” no es una mera especulación; es un juicio fundado en la reiteración de crímenes sin castigo, en el debilitamiento del Estado de derecho, y en la percepción —validada por la estadística y el testimonio social— de que la vida humana se ha depreciado alarmantemente en regiones donde el crimen organiza la vida cotidiana.
Narrar este caso bajo ese título es, entonces, un acto de denuncia: señala que la pregunta central —“¿Por qué lo mataron?”— trasciende al móvil material (el robo de una camioneta) para colocar el dedo en la llaga de la causa estructural: “porque pueden hacerlo”, porque nada, ni nadie, parece detenerlos. Es un llamado urgente a las autoridades y a la sociedad para romper ese círculo de apatía, resignación y miedo, que ha permitido que el crimen actúe con absoluta libertad.
Que mas sabemos:
Al momento, solo se sabe de un asaltante herido, sin reportes de detenciones efectivas vinculadas directamente con el homicidio.
Rodríguez Reta, además de atender su clínica privada Odontoret, era empleado del Centro de Salud de Camarón de Tejeda. El suceso provocó indignación entre colegas, pacientes y familiares, quienes han exigido justicia en redes y espacios públicos.
Contexto de violencia y extorsión
El asesinato de Rodríguez Reta no es un hecho aislado en el actual clima de inseguridad de Veracruz, especialmente en el área conurbada Veracruz-Boca del Río. La percepción de impunidad y la multiplicación de crímenes violentos están marcadas por el incremento en los robos con violencia y la expansión de la extorsión, conocida como “cobro de piso”, ejercida por grupos criminales como la denominada “Mafia Veracruzana”, escisión del Cártel del Golfo.
Uno de los casos que más ha cimbrado la opinión pública estatal fue el secuestro y asesinato de Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista. El 18 de julio de 2025, fue privada de la libertad frente al sitio de taxis donde laboraba en Álamo Temapache. Apareció en un video viral, arrodillada y rodeada de hombres armados, donde la obligaron a decir:
“Compañeros taxistas, paguen su cuota como debe de ser o van a terminar como yo… Con la Mafia Veracruzana no se juega”.
Su cuerpo fue hallado días después en un rancho, con al menos tres miembros de este grupo criminal posteriormente detenidos en relación con el caso.
Impunidad y reacción de autoridades
La ola de violencia y la visibilidad de los crímenes de extorsión han provocado fuertes reclamos sociales y políticos. A pesar de las promesas de la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Rocío Nahle de que “no habrá impunidad” en el caso Hernández Cruz y se fortalecerán los operativos contra extorsión, prevalecen las dudas sobre la efectividad real de las estrategias oficiales.