El Jaguar el capo sanguinario y cruel que traición a El Cártel de Juárez para unirse al Cártel de Sinaloa y pago muy caro
Cientos de nombres y anécdotas engrosan las páginas de la narcohistoria de México. Traiciones, venganzas y finales trágicos son cosas de las que se cuentan de los sicarios, quienes en su ambición de poder buscan llegar más lejos, cambiando de organización criminal, arriesgando su vida y libertad. Esto le ocurrió a José Antonio Torres Marrufo, alias “El Jaguar”, quien cambió sus servicios entre cárteles pagándolo con la cárcel.
Sus actos delictivos, que se suman por cientos -tráfico de droga, crimen organizado, secuestro y conspiración para matar en un país extranjero- terminaron con una condena de 40 años de prisión, dictada por un juez de la Corte del Distrito Oeste de Texas, quien además le impuso el pago de una multa por 100,000 dólares.
Los crímenes por los que “El Jaguar” fue procesado fueron realizados mientras se encontraba trabajando junto a Joaquín “El Chapo” Guzmán y el Cártel de Sinaloa.
Su sanguinaria y delictiva carrera se vio truncada en 2012, cuando fue detenido por elementos del Ejército en León, Guanajuato. Cinco años después fue extraditado a Estados Unidos.
Carrera en el narco
“El Jaguar” comenzó su “carrera” en el narcotráfico cuando un integrante del Cártel del Pacífico lo reclutó. Una vez dentro de la organización comenzó a mostrar sus habilidades y se movió con facilidad, por lo que se convirtió en uno de los principales distribuidores de drogas en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Sus habilidades lo llevaron a unirse a los Carrillo Fuentes en el Cártel de Juárez justo cuando las disputas de éste con el Cártel de Sinaloa eran totalmente sanguinarias, mandando matar a los hermanos de los respectivos líderes. Al ver de lo que eran capaces los grupos antagónicos de hacer, también vio una oportunidad de oro que no desaprovechó: se alió con “El Chapo” y traicionó a Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.
Seducido por una promesa de Guzmán Loera, tener el control de la plaza de Juárez y un lugar dentro de la organización, José Antonio Torres Marrufo fundó su propio grupo criminal: Gente Nueva, el cual fungió como brazo armado de los sinaloenses.
Ya en las filas del Cártel de Sinaloa intentó eliminar a líderes del cártel de Juárez, pero fue capturado. Su valía en la organización criminal era alta y el propio Ismael “El Mayo” Zambada negoció su liberación.
Fue así como “El Jaguar” continuó su camino criminal, sumando víctimas y sangre, hasta que el brazo de la justicia lo alcanzó.