La venganza por un Lamborghini, esto no se va a quedar así

Antes de ser ejecutado y calcinado, el comandante de la Agencia Estatal de Investigaciones en Chihuahua, Andrés Lara, encabezó un decomiso que incluyó autos de lujo, entre ellos un Lamborghini, un Porsche y un Shelby, en un rancho en Ojinaga.

El inmueble presuntamente era propiedad del líder criminal identificado como “El Menchaca”, por lo que una de las líneas de investigación es que se trató de una venganza.

Andrés Lara Durán, comandante de la Agencia Estatal de Investigación en Ojinaga, Chihuahua, fue ejecutado y calcinado dentro de un vehículo por presuntos integrantes de La Línea.

De acuerdo con los reportes, el agente ministerial fue interceptado sobre la carretera Falomir alrededor de las 21:00 horas de este 2 de junio, cuando conducía una unidad oficial.

Elementos de seguridad se movilizaron hasta el kilómetro 28 de la autopista Aldama-Ojinaga, entre el Placer de Guadalupe y Falomir. En ese punto fue localizado el auto con los restos incinerados del comandante.

“Nos unimos a la pena que embarga a familiares y amigos de nuestro compañero de la Agencia Estatal de Investigación, Andrés Lara Durán, quien murió en cumplimiento de su deber. DEP”, publicó en redes la Fiscalía de Chihuahua.

Las líneas de investigación apuntan a una posible represalia derivada del operativo realizado en un rancho del Oasis, en el municipio de Ojinaga.

(Foto: Facebook@fiscaliachihuahua)

En este sitio, el pasado 22 de mayo, fue reportado un cateo donde se decomisaron ocho vehículos, incluidos un Lamborghini modelo 2019, color blanco; un Porsche GT3 RS, modelo 2019, color verde y un Ford Mustang, Shelby GT 350 modelo 2016, color rojo.

El rancho, donde también había dos armas largas y 150 dosis de cocaína, sería propiedad de Sergio Menchaca, supuesto cabecilla de La Línea en Ojinaga.

Este cabecilla fue vinculado al asesinato del comandante Francisco Javier Ontiveros Reyes y el agente Gerardo Barajas Chávez, crímenes ejecutados el 25 octubre de 2019.

Apenas el pasado siete de mayo, también en Chihuahua, fue ejecutado el comandante Luis Raúl Tarango Ávila, subcoordinador Regional de la Policía de Investigación. Mientras que su colega, Aarón Ponce de León, fue desaparecido.

Reportes oficiales señalaron que los hechos ocurrieron en la ciudad de Parral, alrededor de las 14:00 horas cuando ambos conducían un vehículo de la corporación ministerial.

A mediados de mayo fueron decomisados vehículos lujosos en un rancho de Ojinaga (Foto: Fiscalía Chihuahua)

A la altura del monumento a la Puerta del Tiempo, los agentes ministeriales fueron sorprendidos por sujetos armados que abrieron fuego con armas de calibres .223 remington de metralletas AR, así como balas tipo 7.62x39, este último correspondiente a fusiles AK-47.

Presuntamente, sicarios que habrían sido enviados por Antonio Leonel Camacho Mendoza, el Osama Bin Laden y/o el 300, operador del Cártel de Sinaloa, dispararon hasta en 180 ocasiones.

Según informes de César Augusto Peniche, fiscal del estado, Camacho Mendoza está vinculado con la célula de Gente Nueva y a su vez sería lugarteniente de Los Salgueiro de la misma facción. Otra represalia fue señalada en aquel entonces.

“Se han realizado diversos operativos en la zona que han traído como resultado entre otras cosas las detenciones del 309 y/o Chapo Monárrez. Se está combatiendo el narcomenudeo y se aumentó la vigilancia para prevenir conductas ilícitas, eso está incomodando a ese grupo delictivo que maneja dicha región históricamente”, aseguró Peniche Espejel.

Al respecto de este hecho, el fiscal explicó que los operadores del Cártel de Sinaloa actuaron en señal de intimidación contra las autoridades de aquella zona, pues interferían con sus intereses en el control de tomas clandestinas a ductos de Petróleos Mexicanos de Camargo y Valle de Zaragoza. Pues los presuntos narcotraficantes incurrieron en el robo de combustible.

Chihuahua colinda con la frontera de EEUU, principal destino de la droga enviada por cárteles mexicanos. En las últimas dos décadas es territorio disputado entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez (CDJ).

Actualmente operan La Línea, que surgió como brazo armado del CDJ, en pugna contra los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, los llamados Chapitos. En el último medio año han destacado reportes sobre una alianza de La Línea con el Cártel Jalisco Nueva Generación para expulsar a Los Chapitos.