Un “topón” entre miembros de una célula criminal de Los Chapitos y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que patrullaba los montes aledaños a Caborca terminó con la baja en el cumplimiento de su deber de un elemento castrense y la existencia de siete presuntos criminales.
Los militares fueron emboscados cuando patrullaban por las faldas del cerro conocido como “Cerro Cañedo”, pues de la parte alta les comenzaron a disparar con armas de diferentes calibres un grupo de personas vestidas con ropa paramilitar.
Se habla de que del monte salieron más de 60 civiles armados quienes agredieron a autoridades Federales y posteriormente a Estatales y Municipales. En esa acción hirieron de muerte a uno de los soldados que de inmediato fue llevado a recibir atención médica.
Los oficiales repelieron la agresión dejando a una persona sin vida en la parte alta de las lomas desde donde les disparaba en compañía de otros “estratégicamente” colocados.
De inmediato solicitaron el apoyo de todas las autoridades, siendo nuevamente agredidos por decenas de personas armadas, siendo el saldo de esa refriega de al menos dos oficiales heridos.
A través de los radios satelitales se comenzó a anunciar el avistamiento de más gente armada en la región del rancho “La Calera”, donde se agredió a trabajadores de un campo y despojado de varios carros a los vecinos de la zona.
Además a través de redes sociales se señaló que se evitara acercarse a las zonas de conflicto ya que se había desplegado un operativo para neutralizar a los comandos armados. A 24 horas de la agresión se tiene como saldo la muerte de siete civiles y un militar, cuyos cuerpos tuvieron que ser recuperados tras un operativo de seguridad en la zona.
Es importante mencionar que donde se hizo el levantamiento de los civiles se localizaron además uniformes paramilitares, armas de grueso calibre y sistemas de comunicación.
Carlos Flores Roblero, de 23 años, mejor conocido como “El Dragón” era el joven soldado que falleció al no superar las heridas producidas por los proyectiles del crimen organizado en Caborca la tarde del domingo
Fue asesinado en cumplimiento de su deber, venía de Chiapas, del municipio de Cacahoatán, hasta donde enviaron sus restos para darle su último adiós.
Carlos Flores Roblero y la compañía a la que pertenencia fueron emboscados cuando realizaban acciones de reconocimiento y patrullaje en las inmediaciones de Caborca.
Al llegar a las faldas de un cerro fueron recibidos a balazos por civiles ataviados con ropa paramilitar los cuales además portaban armas de grueso calibre.
Mortalmente herido cayó Carlos Roberto y aunque fue trasladado a recibir atención médica de emergencia no resistió las heridas.
Cuentan que se enfrentaron a un grupo de al menos 60 sicarios. El saldo tres elementos heridos y un fallecido..
Mientras, los restos de Flores Roblero ya se dirigen al ejido Salvador Urbina del municipio de Cacahoatán, en Chiapas, con su familia.
A sus 23 años, le sobreviven sus hijos, un niño y una niña.