El Extraño rapto de 3 minutos y 55 segundos de los Tres Chapitos
Luego del análisis de la grabación de las cámaras del restaurante La Leche, ubicado en el bulevard principal de Puerto Vallarta, y dónde según el periodista Carlos Loret de Mola se secuestraron no dos sino tres hijos de Joaquín Guzmán Loera, anexando a César Guzmán como el tercer sustraído junto con sus hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, ahora es el escritor Héctor De Mauleón que pone sobre la mesa un abanico de dudas en torno al extraño 'levantón' después de los nuevos datos que han salido a la luz.
El video muestra que el rapto de los hijos de 'El Chapo' fue ejecutado exactamente en 3 minutos 55 segundos, y en la operación participaron siete personas, a ninguna de las cuales le interesó esconder el rostro.
Fue el personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses los que durante varias horas analizaron la cinta; no obstante, no tomaron como relevante la entrada de un séptimo agresor, robusto en relación con el resto de los atacantes, quién pregunta por uno de los comensales y lo patea en las costillas apenas éste es señalado. Además, es quien saca personalmente al hombre golpeado.
El hombre golpeado, según De Mauleón sería muy probablemente Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de El Chapo.
El periodista Héctor De Mauleón hace una lista de los otros raros y misteriosos patrones de comportamiento en los que se desarrolló el secuestro de (como hasta ahora lo sabemos) los tres 'chapitos':
LAS MUJERES:
Las mujeres que acompañaban a los secuestrados, no fueron dañadas, las dejaron en libertad.
Asimismo, el reporte del rapto lo realizó una mujer que se hallaba en un hotel cercano, detallando que a los seis secuestrados se los habían llevado a bordo de una Tacoma y una Suburban.
LAS CÁMARAS:
Las cámaras de vigilancia del boulevard Francisco Medina Ascencio, la vía principal en Puerto Vallarta, casualmente se hallaban descompuestas.
Sin embargo, las cámaras del bar La Leche, sí servían y de una manera casi afortunada y fortuita para las autoridades y la sociedad civil que seguía la noticia con interés, horas después al secuestro, circularon por internet cuatro fotografías y un video ¡Editado! de 37 segundos que muestra la entrada de seis agresores con rifles de alto poder, el descontrol de los invitados que acompañan a Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, algunos de los cuales se tiran debajo de la larga mesa; la forma en que es sometido un joven de camisa azul que habla por teléfono a las puertas del restaurante, y la manera en que las víctimas son obligadas a hincarse con las manos en la cabeza.
LAS AUTORIDADES:
La policía municipal se presentó en el lugar 35 minutos después de la denuncia.
De Mauleón cuestiona como es que más tarde, sólo bastaron las imágenes registradas por las cámaras de seguridad de La Leche, para que la Fiscalía General del Estado determinara con "plena seguridad" y "sin duda alguna" que los atacantes eran miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG, que dirige Nemesio Oseguera, El Mencho, y del que existen señales de que ha entrado en pugna con el Cártel del Sinaloa.
EL HOMBRE MISTERIOSO:
33 segundos antes del ataque un hombre abandonó precipitadamente el lugar. El hombre desapareció durante casi cuatro horas y reapareció más tarde en un hotel cercano. Ahí le consiguieron un taxi. El hombre se dirigió al aeropuerto y abordó un avión privado.
LOS VUELOS DE ESA MAÑANA:
Esa madrugada dos vuelos privados partieron de Puerto Vallarta. Uno, a la ciudad de León. Otro, con destino a San Luis Potosí. En uno de esos vuelos iban seis mujeres a las que acompañaba un hombre.
Las autoridades lograron constatar que el vuelo a León despegó sin pasajeros. Y que el que supuestamente se dirigía a San Luis Potosí cambió de ruta. Desapareció y aún se ignora su destino.
Bien, con lo anterior Héctor De Mauleón objeta la serie de coincidencias que tuvieron que confabularse para que 'el secuestro' sucediera, y sugiere 'como es que los datos alrededor del secuestro de los hijos de El Chapo sólo abren más preguntas. Preguntas cuya respuesta tal vez no conoceremos nunca', así concluye.