Joaquín y Ovidio Guzmán no están solos
Los hermanos Ovidio y Joaquín Guzmán López, líderes de Los Chapitos, no están solos en Estados Unidos. Otros tres de sus ex operadores se encuentran sometidos a proceso, en diferentes etapas, como parte de las investigaciones de Washington contra uno de los cárteles mexicanos más poderosos y antiguos: El Cártel de Sinaloa.
Una mujer y dos hombres, quienes se encargaron de operar el trasiego de toneladas de drogas para los herederos de El Chapo Guzmán se encuentran en dos estados de la Unión Americana, acusados de diversos cargos por crimen organizado.
Los Chapitos tienen a dos importantes aliados arrestados en Nueva York, con causas penales aperturadas en la Corte de Distrito Norte, por producción y tráfico de fentanilo y lavado de dinero: Ana Gabriela Rubio Zea y Néstor Isidro Pérez Salas, una empresaria y un golpeador.
Ana Gabriela Rubio Zea
Ana Zea era una empresaria en Guatemala, que presumía un modelo sustentable para el uso de desechables como bolsas y popotes. Fue arrestada en 2023 por el gobierno guatemalteco gracias a una orden de aprehensión con fines de extradición a los Estados Unidos.
El 20 de julio de 2023 fue enviada a White Plains, Nueva York, en un vuelo de la Administración para el Control de Drogas (DEA).
“Ana Gabriela Rubio Zea, alias Gaby, la acusada, es una intermediaria de precursores químicos de fentanilo basada en Guatemala que compra precursores de fentanilo a nombre de Los Chapitos y conecta a miembros del cártel con proveedores en China, quienes proveen los químicos particulares requeridos para producir el fentanilo del cártel en laboratorios clandestinos en México controlados por Los Chapitos”, se le leyó a la mujer el 21 de julio, el día de su arraigo en la Corte de Distrito para el Norte de Nueva York.
La mujer era señalada de participar en una amplia conspiración que incluía a ciudadanos chinos-guatemaltecos y mexicanos para la obtención de precursores químicos, la fabricación de fentanilo y su posterior envío a los Estados Unidos, al menos, desde 2014.
Mensajes encriptados obtenidos por la DEA muestran cómo la mujer presumía a sus clientes en China que, junto al Cártel de Sinaloa “somos los más grandes en México, así que podemos comprar muchos (precursores).”
Se descubrió que la mujer escondía los productos en contenedores con etiquetas falsas, además de tener en su nómina a autoridades aduanales mexicanas para que estas miraran a otro lado cuando llegaran los precursores.
Se detectó que, por ejemplo, llegaron a recibir envíos a Mazatlán, Sinaloa, los cuales pagaban con criptomonedas.
Apenas el 10 de junio pasado llegó a un acuerdo de culpabilidad, aunque los detalles aún no han sido conocidos, pues la negociación y los cargos por los que aceptó su culpabilidad se mantienen bajo sello.
Néstor Isidro Pérez Salas, El Nini, es un caso totalmente aparte. Con un historial criminal manchado de sangre, en cuanto llegó a la custodia de Estados Unidos, su caso quedó completamente sellado al público.
Identificado como uno de los jefes del cuerpo de seguridad de Los Chapitos, conocido como Los Ninis, Pérez Salas fue extraditado desde México el 25 de mayo de 2024.
Ahí, se le acusó por tráfico de drogas, secuestro, asesinato, portación de armas de fuego y lavado de dinero. Su perfil como ejecutor de castigos y asesinatos contra rivales y traidores del cártel lo llevó a que su caso fuera manejado por el Departamento de Justicia con la mayor de las descripciones.
Sin embargo, como lo reveló MILENIO, el mexicano también mostró su acercamiento con las autoridades estadunidenses para lograr un acuerdo de culpabilidad y, eventualmente, una cooperación que pudiera disminuir los cargos tan serios que enfrenta, y que podrían dejarlo en prisión por el resto de su vida.
El tercero es: José Ángel Canobbio Inzunza, El Güerito, también fue parte del aparato de seguridad de Los Chapitos, hasta su arresto en febrero de 2025 en Culiacán, Sinaloa.
Era un operador criminal cercano a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el máximo líder de Los Chapitos.
El Güerito está acusado dentro del mismo caso criminal que abarca a los cuatro líderes de Los Chapitos e incluso a los máximos líderes del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, e Ismael Zambada García, El Mayo.
Canobbio Inzuna fue uno de los 29 mexicanos que fueron entregados por la Fiscalía General de la República (FGR) al gobierno de los Estados Unidos como parte de una negociación para el combate bilateral al tráfico de drogas.
Un día después, tras su presentación en la corte federal de Chicago, donde se presentó a Ovidio y Joaquín Guzmán López se declaró no culpable de los cargos en su contra por tráfico de cocaína, fentanilo, mariguana y metanfetamina, y además, presentó a su lujoso abogado: Jeffrey Lichtman, quien representa a Los Chapitos y representó a su padre, El Chapo.
Está citado a la corte nuevamente el 3 de septiembre, mientras la fiscalía presenta los detalles de la acusación en contra del mexicano, así como las posibilidades de una negociación de culpabilidad, sin que hasta el momento se hubiera revelado que hay avances con miras a un acuerdo para que el mexicano se rinda ante las autoridades estadunidenses.