La periodista Anabel Hernández, dice que el cantante mexicano Joan Sebastian (1951-2015) y su hermano Federico Figueroa convocaron a los líderes criminales: Arturo Beltrán Leyva, el Barbas, fundador de la organización criminal con el mismo nombre; Édgar Valdés Villarreal, la Barbie, brazo derecho de Arturo; Sergio Barragán Villarreal, y el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto (2005-2011) para hacer negocios.
La reunió, según relata el portal de noticias Infobae, ocurrió en diciembre de 2007, en Juliantla, Morelos. En una finca —localizada a 80 kilómetros de Cuernavaca— se dio una reunión que forma parte de la historia del narcotráfico en México, señala el medio.
Refiere que la historia, la detalla la periodista Anabel Hernández en su libro ‘El Traidor’ (Grijalbo, 2019). La historia se armó con base a un testimonio de un secretario de los Beltrán Leyva.
“En el cartel (de los Beltrán Leyva) todos sabíamos que Joan Sebastián era narcotraficante y que Peña Nieto estaba coludido”, dijo el testigo a Hernández.
Fue tras esos días, que la Fiscalía General de la República (antes PGR) dio a conocer que los Beltrán Leyva tenían varias casas de seguridad en el estado mexiquense. Contaban, además, con la protección de la Policía Municipal y Estatal. Los hechos se unen con otros. Durante el juicio del siglo, en el que se condenó a Joaquín el Chapo Guzmán, se ventiló que líderes del Cártel de Sinaloa —al que pertenecieron miembros de los Beltrán Leyva— habían dado millones para la campaña presidencial de Peña Nieto.
La velada a la que EPN llegó vestido con corbata y traje, no fue el único contacto con los Beltrán Leyva, según relata Hernández. Posteriormente prosiguieron a través de mensajes. Todo ello mientras las fuerzas de seguridad mexicanas desplegaban a miles de soldados en busca de la captura de uno de los líderes criminales más sanguinarios.
El Cártel de los Beltrán Leyva, fundado por los hermanos Arturo, Alfredo Héctor y Carlos, llegó a controlar gran parte del negocio del narcotráfico en México. De acuerdo con Anabel Hernández, este clan habría participado activamente en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Hernández detalla a través del testimonio de Martín Villegas Navarrete, uno de los operadores más cercanos al clan de los Beltrán Leyva, que él junto con Federico Figueroa llenaban varias transacciones de droga, que se llevarían acabo durante la Feria en Iguala (Guerrero).
El hermano del famoso cantante mexicano ha sido vinculado durante mucho tiempo con la desaparición de los normalistas, ya que partir de testimonios se ha podido hilar que ese día de septiembre, Figueroa buscaba recuperar una fuerte cantidad de droga que le había sido arrebatada en un operativo.
Los estudiantes que viajaban a un partido de fútbol, fueron capturados por los sicarios, algunos iban muertos, otros moribundos. Algunos se los llevó el propio Ejército al 27 Batallón de Infantería.
En su relato, Anabel afirma con claridad que Federico Figueroa era parte del grupo criminal que ordenó el ataque contra los normalistas, y que tenía un hotel a las afueras de Iguala que servía como madriguera de la organización.