YA CASI 2,000 EJECUTADOS y 2,000 LEVANTADOS
El recuento de ya casi 2,000 personas ejecutadas en menos de un año, de julio de 2024 y hasta el 27 de Agosto de 2025, como cita Noroeste,es una radiografía demoledora del fracaso absoluto de la estrategia de seguridad: la violencia sigue corriendo a raudales y los números bailan, cada vez más pesados, mientras funcionarios y mandos repiten los mismos discursos huecos que ya nadie cree.
Cifras que exhiben el desgobierno
1,914 homicidios dolosos en el periodo, con un promedio diario que no baja de los 5.4 muertos, traduciéndose en una especie de lotería macabra que parece no disminuir un ápice con el paso de las administraciones.
Los robos, levantones, detenciones y abatidos suman por miles y cada dato pinta un estado de cosas donde la vida vale lo mismo que un kilogramo de sorgo: lo que el cártel disponga y el gobierno tolere.
El caso Taxtes: Un síntoma brutal
El reciente asesinato del presidente del Módulo de Riego Taxtes, Francisco Galaviz, es un espejo de este descontrol rampante. Electo apenas en junio, apareció ejecutado dentro de su camioneta, con tiro de gracia, abandonado en una carretera de El Fuerte el 27 de agosto. Ni protocolo, ni fuero, ni visibilidad política: a Galaviz lo mataron con extrema facilidad, tan solo para mandarnos el mensaje de siempre: aquí, el que manda, trae cuerno de chivo.
El fondo de la violencia rebasa el narco tradicional o la disputa territorial: mafias imponen ahora rentas obligatorias por el uso de tierras y agua. Si te niegas a ceder tu parcela o tu riego, firmas tu sentencia de muerte; los cárteles usan el agua como herramienta de extorsión masiva en el “granero” mexicano, desplazando y sometiendo productores con el beneplácito de autoridades cómplices o inertes.
Balance real: Impunidad, miedo y fracaso
La suma imparable de ejecutados habla más fuerte que cualquier informe oficialista. Cada cifra es una tumba, cada emboscada un recordatorio brutal de para quién trabajan de verdad los fusiles y las leyes.
El asesinato del presidente de Taxtes no es excepción, es la regla: quien toque los intereses de los amos de la violencia, termina igual. Y mientras tanto, la estrategia oficial colecciona fracasos y el fenómeno sigue, incontenible y desafiante, con un largo listado de asesinados y ningun asesino detenido,es claro, van a seguir matando y no les importa si son hombres de la ley y el orden muy afectos a provocar el desorden.