Como entrenamiento, narcos mexicanos se infiltran en Ucrania con los drones
Una alerta de inteligencia mexicana ha encendido las alarmas sobre la posible infiltración de miembros de los cárteles de México y Colombia en Ucrania, con el objetivo de adquirir entrenamiento avanzado en el manejo de drones FPV (First Person View).
Esta tecnología, que está revolucionando la guerra moderna, ya ha sido adoptada por el crimen organizado en América Latina para operaciones de vigilancia, ataque y contravigilancia.
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de México advirtió a las autoridades ucranianas sobre la presencia de voluntarios mexicanos y colombianos sospechosos de haberse unido a la Legión Internacional.
Según reportes, estos individuos estarían interesados específicamente en formarse en el uso táctico de drones FPV, con la intención de trasladar ese conocimiento a organizaciones criminales en sus países de origen.
Entre los implicados se encontrarían exintegrantes de las FARC y de los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (GAFE) mexicanos, quienes habrían ingresado a Ucrania con documentos falsos facilitados por empresas de seguridad privadas vinculadas al narcotráfico.
La inteligencia militar ucraniana ya había detectado comportamientos sospechosos: varios mercenarios extranjeros se enfocaban exclusivamente en la formación con drones, lo que detonó una investigación conjunta entre el Servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa (GUR) y el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
El caso “Águila 7”: el perfil del mercenario narco
Uno de los casos más reveladores es el de “Águila 7”, un exintegrante del GAFE que se alistó en la Legión Internacional usando documentación falsa.
De acuerdo con la investigación, este individuo había desertado de las fuerzas armadas mexicanas para unirse a Los Zetas, y ahora estaría buscando un “doctorado” en el uso militar de drones.
Fue identificado primero en la unidad Chosen, en Járkov, y luego en la academia Killhouse, en Leópolis, donde destacó por su dominio en guerra electrónica, detección de puntos ciegos térmicos y contramedidas de radiofrecuencia.
Ucrania: campo de entrenamiento global para drones
El conflicto bélico en Ucrania ha convertido al país en un laboratorio global para el desarrollo de tácticas con drones FPV. Academias como Chosen y la Tercera Brigada de Asalto Azov, inicialmente destinadas a soldados ucranianos, ahora capacitan también a combatientes extranjeros.
Un oficial del Servicio de Seguridad de Ucrania declaró que “Ucrania se ha vuelto una plataforma de capacitación global para tácticas FPV. Algunos vienen aquí para aprender a matar con un dron de 400 dólares y luego vender ese conocimiento”.
Empresas fachada y vínculos con el narcotráfico
El informe también identifica a empresas de seguridad privada como posibles facilitadoras de estos movimientos. Se menciona a Protección Ejecutiva Maya, con sede en Cancún, por supuestamente emitir cartas de recomendación falsas, y a Grupo ROKA Seguridad, señalada por aduanas polacas por presunto tráfico de armas y personal sospechoso hacia Ucrania.
Estas empresas estarían conectadas con redes logísticas del narcotráfico.
La SBU investiga posibles antecedentes penales de los latinoamericanos involucrados. El gobierno mexicano aún no ha revelado cuántos de sus ciudadanos están bajo investigación o si alguno ha regresado con entrenamiento militar avanzado, lo que representa una preocupación de seguridad nacional.
Crimen organizado y el conflicto en Ucrania
Contexto: en 2024, Rusia acusó a Estados Unidos de reclutar narcotraficantes mexicanos y colombianos encarcelados para enviarlos a combatir en Ucrania.
Según el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), estos reclutas recibirían amnistía a cambio de su participación. Y las operaciones estarían supuestamente coordinadas por la DEA y el FBI.
Cárteles y exmilitares: una alianza consolidada
Desde hace casi dos décadas, los cárteles mexicanos han reclutado exmilitares de élite de países como Colombia, Guatemala, Israel y Rusia. Buscan combatientes con experiencia en tácticas especiales, manejo de armas de alto poder, fabricación de explosivos y, ahora, uso avanzado de drones.
Este conocimiento ha elevado el nivel de violencia en México, como lo demuestran recientes atentados con minas artesanales y ataques a convoyes militares.
Tráfico de armas desde Ucrania
Algunas investigaciones periodísticas y reportes de seguridad sugieren que armamento destinado a Ucrania, principalmente de origen estadounidense, podría estar siendo desviado hacia organizaciones criminales en América Latina.
Aunque el gobierno ucraniano ha negado estas acusaciones, la posibilidad de que armas de guerra terminen en manos de cárteles representa una amenaza regional.
En 2023, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) afirma que el Cártel de Sinaloa y el CJNG operan mundialmente con 26 mil y 18 mil 800 elementos, respectivamente, lo que da una suma de 44,800 efectivos en su estructura criminal, número que quintuplica el número de agentes, analistas y afiliados de la agencia antidrogas estadounidense que es de 9,000 miembros.
Sin embargo, un estudio publicado por la revista Science, cuyos autores son Rafael Prieto-Curiel, Gian Maria Campedelli y el fallecido Alejandro Hope advirtió que los cárteles mexicanos de la droga emplean entre 160 mil y 175 mil personas, al tiempo que requieren reclutar a cerca de 350 personas por semana para poder compensar a los asesinados o encarcelados y poder mantener así sus actividades delictivas.
¿Por qué es relevante este tema?
Este tema es crucial porque evidencia la creciente sofisticación del crimen organizado en América Latina, especialmente su capacidad para adaptarse y aprovechar conflictos internacionales como el de Ucrania.
La posibilidad de que miembros de cárteles adquieran entrenamiento en el uso táctico de drones de combate, directamente en zonas de guerra, eleva el riesgo de ataques más letales y estratégicos en México y otros países de la región.
La participación de exmilitares con experiencia y el uso de empresas fachada revelan la complejidad de estas redes criminales transnacionales.
Además, el señalamiento de posibles desvíos de armamento desde Ucrania y el cruce de acusaciones diplomáticas entre Rusia y EU muestran cómo el conflicto armado en Europa puede tener repercusiones directas en la seguridad interna de América Latina.
Esta nueva dimensión del crimen organizado exige atención urgente de los gobiernos y organismos internacionales.