Ivan Archivaldo Guzman y El Mencho se comparten a jefe de seguridad "El Jardinero" tras caída de "La Perris"
Iván Archivaldo, El Chapito Mayor, ya encontró un reemplazo para Jorge Humberto Figueroa, La Perris, el tercer jefe de seguridad que pierde en menos de dos años. El relevista es un michoacano de 45 años que, al mismo tiempo, cuida de otro capo de las drogas.
Se trata de Audias Flores Silva, más conocido como El Jardinero, quien también es el encargado de mantener lejos a las fuerzas federales de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho fundador y líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
¿Quién es El Jardinero?
El doble rol de El Jardinero –un sádico guardaespaldas que logró que el cártel de las cuatro letras iniciara su expansión por el país a través de Michoacán, Guerrero, Nayarit y Zacatecas– es parte del acuerdo realizado entre los dos líderes criminales para reforzar a la facción de Los Menores (los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán) en su guerra contra La Mayiza.
“La gente de El Jardinero está ahora al encargo de complicar la detención, principalmente, de Iván Archivaldo, que es el ‘premio mayor’ de la ‘guerra en Sinaloa’. Eso, sin duda, será un obstáculo, pues tiene una amplia base social y una gran capacidad de fuego. Además, es un experto en esas tareas: no por nada ha logrado mantener intocable a El Mencho", aseguró a MILENIO una fuente militar destacada en Sinaloa.
A cambio, los dos hijos de El Chapo Guzmán, que quedan en libertad, –Iván Archivaldo y Jesús Alfredo– compartirán sus rutas de trasiego de drogas, armas y migrantes indocumentados con el Cártel Jalisco Nueva Generación, consolidándose como el primer grupo criminal en tener presencia en las 32 entidades federativas del país.
Ambos grupos se han encargado de hacer publicidad en redes sociales a esta doble posición de Audias Flores Silva: decenas de cuentas en X, TikTok e Instagram trabajan todos los días para acuñar la frase “El Jardín florece en la sierra de Sinaloa”, en referencia al apodo del nuevo guardián de Los Chapitos.
“La ficción terminó. Las versiones que intentaban minimizar la alianza entre el poderoso CJNG y los hermanos Guzmán han sido sepultadas por una contundente demostración de poder. A paso firme y con armamento pesado, células identificadas como parte del grupo de élite de Audias Flores Silva, El Jardinero o El Señor de las Flores, avanzan sin resistencia hacia el corazón del conflicto, confirmando que la batalla sigue encendida”, se lee en una publicación en la plataforma X del perfil @sl0wpain001.
El texto está acompañado de un video en el que se observa a la tropa del jefe de sicarios del CJNG patrullando por un paraje que podría ubicarse en la Sierra Madre Occidental, la cordillera que marca la frontera invisible entre las dos escisiones del Cártel de Sinaloa enfrentadas a muerte desde el 25 de julio del año pasado, cuando Joaquín Guzmán López engañó a Ismael El Mayo Zambada.
Esto con el objetivo de llevarlo a la fuerza a Estados Unidos para su detención y usarlo como ficha de negociación para él y su hermano extraditado, Ovidio Guzmán.
“El Jardín no sólo floreció… ahora envenena la tierra qué Zambada Sicairos creía suya”, remata la publicación. Muchas versiones similares, con cambios ligeros en la redacción, han aparecido en cuentas en internet.
Las redes sociales están repletas de imágenes y videos que confirman la alianza entre Los Chapitos y la tropa de Nemesio Oseguera Cervantes: desde la imagen de un chaleco táctico con las siglas CJNG-IAG (Cártel Jalisco Nueva Generación-Iván Archivaldo Guzmán).
Hasta un video con decenas de hombres armados que gritan los nombres de la dupla como sus nuevos jefes. Fotos, corridos y hasta memes hablan del nuevo “supercártel”.
¿Por qué le dicen El jardinero?
En medio de esa alianza está El Jardinero, originario de Huetamo, Michoacán, quien a lo largo de más de 30 años de carrera delictiva ha tenido diversos alias como El Audi, El Comandante, El Brado y El Matajefes.
Aunque el más conocido es El Jardinero por una broma macabra: dicen que ha asesinado a tantas personas convirtiéndolas en abono que cualquier lugar que pisa es su jardín.
El perfil que le ha trazado la Defensa Nacional es el de un poderoso capo con habilidades para las tareas más complejas: desde supervisar la construcción de hospitales privados para la atención discreta de El Mencho y la compra de armamento pesado a proveedores en Estados Unidos y Europa
Pero también es capaz de improvisar escapes por cuevas y lagos para poner a distancia a su jefe de los operativos militares y la negociación con actores políticos para la liberación de altos mandos que conocen los secretos del cártel de las cuatro letras.
En algún momento, esas habilidades las puso a prueba con su propia vida: en 2016, El Jardinero fue detenido por su presunta autoría intelectual en un ataque letal contra 15 policías estatales de Jalisco en el municipio de San Sebastián del Oeste.
Tres años más tarde, en 2019, fue absuelto y liberado, pese a diversos testimonios que lo señalaban como el mando criminal que orquestó aquella emboscada del 6 de abril de 2015. Su excarcelación está desde entonces ligada al rumor de un soborno millonario.
Por ese mismo delito, la fiscalía estatal logró años después revocar la absolución y lo tiene condenado a 45 años de prisión.
El año siguiente a su puesta en libertad, 2020, se le fincaron cargos criminales en una corte en el Distrito de Columbia, Estados Unidos, por tráfico de cocaína, heroína y fentanilo. Pese a los expedientes en su contra en México y el extranjero, El Jardinero sigue libre, armado y peligroso.
La última vez que estuvo cerca de estar detenido fue en 2023, cuando soldados y marinos rodearon una de sus propiedades en el lujoso fraccionamiento Cima Park, en Guadalajara.
En ese entonces creyeron que podían rendirlo junto a sus escoltas, pero el equipo de seguridad del Cártel Jalisco replegó a las fuerzas federales hasta que logró el escape del poderoso jefe de seguridad dejando como señuelo a su lugarteniente El Minitoy.
“¿De qué sirven todos esos cargos, si el tipo parece un fantasma? Simplemente, es complicadísimo detenerlo. Es probablemente el jefe de seguridad de un capo –ahora dos capos– más efectivo de los últimos 30 años”, señala uno de los militares consultados por este diario.
El Jardinero, el intermediario entre Cártel de Sinaloa y CJNG
A pesar de todos sus logros como mando delictivo, probablemente el éxito más grande de El Jardinero ocurrió a principios de este año, cuando logró unir a Los Chapitos con El Mencho, líderes que hasta hace cinco años eran enemigos a muerte y peleaban por territorios comunes como Colima o Durango.
De acuerdo con los militares consultados por este diario, a principios de este año, El Jardinero organizó una primera reunión entre representantes de Iván Archivaldo y Oseguera Cervantes en un rancho en Huajicori, Nayarit, un territorio neutral para ambos bandos, localizado en la región norte de la zona serrana del estado.
Una emboscada militar es casi imposible en ese municipio. Repleto de cerros escarpados, precipicios repentinos, cimas de hasta 2 mil 800 metros sobre el nivel del mar y menos del 5% de su superficie plano o semiplano, resulta suicida aterrizar un helicóptero militar.
De igual forma, cualquier avance de infantería se hace evidente a kilómetros de distancia. No hay mejor lugar para una narco-cumbre.
Justo ahí se vieron primero los emisarios de cada bando. Los Chapitos enviaron a uno de los mejores amigos de Iván Archivaldo –ubicado en archivos militares únicamente como C01– y El Jardinero propuso a un hombre de su confianza, asentado en los reportes como H8.
Ambos pusieron sobre la mesa la posibilidad de unirse para derrotar a La Mayiza y a sus aliados más adinerados, que son los hermanos Cabrera Sarabia.
“La negociación era simple: unidos tirarían a la gente de El Mayo y cada uno recogería los frutos de esa operación: Los Chapitos reconstruirían al Cártel de Sinaloa bajo su mando y el Cártel Jalisco se quedaría con los viejos territorios del Cártel de Sinaloa, ahora de La Mayiza, lo que les daba control de Zacatecas y San Luis Potosí, lo que les permitía entrar a Tamaulipas por Tamuín”, asegura el militar entrevistado. “Tamaulipas es la joya de la corona”.
La propuesta con la que ambos emisarios entusiasmó tanto a ambos capos que, para febrero, la alianza se concretó bajo un estricto silencio.
El ataque reforzado a La Mayiza era necesario para tener éxito en la encomienda, especialmente tras meses de golpes a Los Chapitos que los hacían parecer moribundos. Y así comenzó la toma de la zona serrana por parte del binomio CJNG-IAG.
Entonces, llegó una segunda parte del acuerdo. Un anexo al pacto. Ante la posibilidad de que Los Chapitos perdieran a más jefes de seguridad –como ocurrió con El Nini en octubre de 2023, El Piyi en septiembre del año pasado y el 23 de mayo pasado con El 27–, El Jardinero se volvería el encargado de la seguridad de los dos hijos de El Chapo Guzmán que continúan operando en libertad.
Esa adenda, según los militares, incluye que Iván Archivaldo y Jesús Alfredo puedan disponer de las tropas de El Jardinero, así como de sus propiedades por todo el Pacífico mexicano para esconderse, y que sus guardaespaldas entrenados por la élite del Cártel Jalisco Nueva Generación apliquen los mismos métodos de ofensiva y escape que han convertido a El Mencho en el capo más escurridizo de los últimos años.
Con El Jardinero como guardián de un heredero criminal sinaloense de 41 años y un capo michoacano de 58 años, el crimen organizado pretende que el gobierno mexicano jamás pueda alcanzar a los dos hombres más buscados del país.