EL 27" se MURIO TODITO después de NARCOMANTA CLARIDOSA vs GENERAL ACUSADO de MAYITO
El Secretario de Seguridad Federal Omar García Harfuch, casi jefe del “departamento que embellece capturas donde el no participa en lo mas mínimo”, pero que si las ensalza y le echa mas crema de la que llevan sus tacos”, nos chuto desde sus redes un comunicado,que aunque tardío, pues fue de los últimos en citar el abatimiento,nos informa lo que para el representa la operacion que mando a la tumba a Jorge Humberto “N”, alias el “Perris y/o 27” y que claro esta,no tiene nada que ver con La Mayiza,como la inmensa mayoría de capturados y abatidos.
Que dice que dijo y como lo dijo:
“…Como parte de la estrategia para construir la paz en Sinaloa, se llevó a cabo una operación para detener a Jorge Humberto “N”, alias “El Perris”, elementos de @Defensamx1 fueron fuertemente atacados por hombres armados, por lo que tras repeler la agresión, en legítima defensa, perdió la vida dicho sujeto identificado como uno de los principales generadores de violencia en la entidad. A esta persona se le identifica como uno de principales orquestadores de las agresiones a las autoridades en 2019 en Culiacán además de relacionarse con homicidios y secuestros que afectaban la paz y tranquilidad de la sociedad sinaloense…”
Respuesta crítica al optimismo del Secretario Harfuch sobre la muerte del 27 en Sinaloa
El Secretario Harfuch ha presentado la reciente operación en Sinaloa como un avance en la estrategia para construir la paz en la entidad. Según su postura, la eliminación de este presunto generador de violencia representa un paso positivo para la seguridad y la tranquilidad social.
Contrapunto: la evidencia histórica y el fracaso del modelo
Sin embargo, este optimismo es desacertado y revela una preocupante falta de comprensión sobre la dinámica real de la violencia en México. La historia reciente demuestra que la estrategia de “descabezar” cárteles o eliminar objetivos prioritarios no solo ha sido insuficiente para construir paz, sino que ha agravado la violencia y la fragmentación criminal,peor aun, solo provoca enroques (La Mayiza en vez de La Chapiza).
El llamado “modelo Calderón”, basado en la militarización y el enfrentamiento directo, lejos de pacificar, generó una escalada de homicidios, desplazamientos y una diversificación del crimen organizado, que paso de sus fuentes tradicionales de financiamiento ,al Secuestro y la extorsión que ya son a niveles industriales.
Puntos clave para disipar la ignorancia y matizar el discurso oficial
La eliminación de líderes criminales suele provocar disputas internas y luchas de sucesión, lo que incrementa los niveles de violencia y afecta a la población civil.
Los operativos espectaculares, como el ocurrido en Sinaloa, han demostrado ser paliativos mediáticos, pero no abordan las causas estructurales de la inseguridad: corrupción politica del gobernador de MORENA, impunidad y la colusión del resto de autoridades con uniforme militar.
Recomposición inmediata, nadie es indispensable
La recomposición del liderazgo en los cárteles mexicanos suele ser sorprendentemente rápida, aunque la estabilidad interna puede variar según la organización y el contexto local.
En muchos casos, tras la muerte o detención de un líder, el grupo tiene mecanismos de sucesión ya previstos, lo que permite que en cuestión de minutos se conozca al sucesor, otras veces en horas y los menos en días o semanas en que se nombre a un nuevo jefe operativo o se repartan funciones entre varios mandos intermedios.
Sin embargo, aunque el relevo inmediato puede tomar poco tiempo, la consolidación del nuevo liderazgo y el control efectivo del territorio suelen generar disputas internas, fragmentación y violencia, como se ha visto en los casos de Los Zetas y el Cártel del Golfo, donde tras la caída de sus líderes principales surgieron varias facciones rivales que mantuvieron la operación criminal pero con mayor inestabilidad y violencia.
La estructura criminal rara vez se desmantela; más bien, se adapta y, en ocasiones, se fragmenta, como ocurrió en el pais,ahora 7 grandes carteles estan atomizados en mas de 150 grupos de maleantes que han aumentado la inseguridad en la región, cita DEBATE.
Por lo tanto, la eliminación de un líder pocas veces significa un golpe duradero al cártel: el vacío de poder se llena rápidamente, aunque a menudo con un costo alto para la estabilidad y la paz local.
Las estructuras operacionales no se afectan
La estructura operacional de los cárteles mexicanos varía según la organización, pero en general combinan elementos piramidales (jerárquicos) con dinámicas horizontales (flexibles) para adaptarse a la persecución estatal y la competencia criminal.
Cártel de Sinaloa (CDS): de la pirámide a la fragmentación
Tradicionalmente piramidal: Bajo el mando único de figuras identificadas con los reductos de “El Chapo” Guzmán o Ismael “El Mayo” Zambada, con capos regionales, lugartenientes y células operativas especializadas (logística, seguridad, lavado).
Actualidad: Tras la fragmentación entre Los Chapitos y la facción de Zambada, opera como red descentralizada con alianzas temporales y células autónomas que mantienen nexos financieros comunes.
Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): modelo “franquicia”
Estructura horizontal: Organizado en células especializadas (producción, transporte, inteligencia) que actúan con autonomía operativa, pero bajo una dirección estratégica centralizada en “El Mencho” .
Brazo financiero (Los Cuinis) y paramilitar (Grupo Elite): Operan como estructuras paralelas con roles definidos, lo que permite escalabilidad y resiliencia ante capturas.
La Familia Michoacana/Nueva Familia Michoacana: paramilitar y vertical
Jerarquía rígida: Comandada por los hermanos Hurtado Olascoaga, con rangos militares (coroneles, tenientes) y control territorial mediante cuotas y violencia sistemática.
División funcional: Unidades especializadas en extorsión, narcotráfico y propaganda, pero con poca autonomía decisional .
Otros grupos (CDN, Cártel del Golfo): redes híbridas
Modelo mixto: Combinan liderazgos centrales basados en clanes familiares (Zetas y CDG Matamoros) y/o mandos únicos que compraron la franquicia como Los Metros de Cesar Morfin Morfin,”Primito”.
Contraste entre la narrativa oficial y los resultados reales en Sinaloa
El Secretario Harfuch sugiere que eliminar líderes criminales como “El Perris” es parte de una estrategia exitosa para construir paz. Sin embargo, las cifras proporcionadas por Noroeste (sep. 2024 – mayo 2025) desmontan este relato y exponen graves contradicciones:
1. Homicidios dolosos: 1,334 (5.2 diarios)
La paradoja: Si la estrategia fuera efectiva, los homicidios disminuirían. En cambio, Sinaloa mantiene una tasa de violencia equiparable a la de zonas en conflicto armado,con niveles de cuando empezo esta guerra de bandos de la misma banda.
Comparación histórica: Durante la “guerra contra el narco” de Calderón (2006-2012), Sinaloa promedió 4.6 homicidios diarios. La actual cifra (5.2) muestra un empeoramiento, no un avance.
2. Detenciones (1,068) vs. Abatidos (85): la ilusión del control
Las detenciones masivas (4.2 diarias) y los operativos letales reflejan una priorización de la fuerza sobre la inteligencia. Esto genera:
Rotación acelerada de mandos criminales (como ya ocurrió con “El Perris”).
Venganzas y ajustes de cuentas que explican los homicidios persistentes.
3. Robo de vehículos (5,062): síntoma de impunidad estructural
Un promedio de 19.7 robos diarios evidencia que el crimen común opera sin restricciones para seguir atizando la guerra, los autos son el combustible, lo que sugiere:
Colusión entre autoridades y grupos delictivos.
Falta de estrategias para atacar redes de logística criminal (talleres clandestinos, rutas de venta, etc.).
4. Privación ilegal de la libertad (1,469 casos): la crisis de derechos humanos
5.7 casos diarios de secuestros o desapariciones revelan que la población sigue siendo rehén del crimen, a pesar de los operativos militares. Esto desmiente el discurso de “recuperación de la paz,pero en medio de levantones”.
¿Por qué esta estrategia está condenada al fracaso?
Ciclo de violencia autosostenida: Cada líder abatido o detenido genera una vacante que se disputa con balas, no con rendición de cuentas.
Instituciones débiles: Se habla de miles de detenidos, mas de 20 mil,pero no se habla donde los metieron, porque no caben en la. carceles,de sus procesos de judicialización efectiva, darle seguimiento implicaría reconocer que la mayoría ya estan libres o a punto de estarlo por fallas procesales, como ha ocurrido históricamente.
En síntesis: Las cifras no mienten. Esta estrategia repite el error de confundir actividad (operativos, detenciones) con resultados (seguridad tangible para la población).
La paz no se construye con balaceras ,sino en la percepción diaria de cada ciudadano que pueda decir en voz alta que ya recuperó su vida, incluso a limites tolerables.