La ola de violencia en el estado de Sinaloa continúa cobrando vidas. En días recientes, Marco Antonio Sánchez Muñoz, alias “Bob Esponja”, fue hallado sin vida en la ciudad de Culiacán.
El presunto miembro de Los Chapitos, facción del Cártel de Sinaloa, fue encontrado maniatado, con signos de tortura, el rostro cubierto y con disparos de arma de fuego.
Días antes de su asesinato, había circulado un video donde aparecía con la camisa rota, esposado y golpeado. Estaba siendo interrogado por presuntos miembros de La Mayiza.
Durante el interrogatorio reveló la identidad de algunos miembros del cártel y su modus operandi. De acuerdo con las imágenes, delató a sus allegados “porque no lo apoyaron en el momento que ´lo levantaron´ y lo dejaron morir solo”.
Dijo ser compadre de Fernando Pérez Medina, alias “El Piyi”, ex jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar. También mencionó a “Kevin 29″, “El Pelón” o “El Facundo”, a “William” y a Jorge Humberto Figueroa, alias “El Perris”, jefe de seguridad de Los Chapitos.
De acuerdo con medios mexicanos como el diario Milenio, “Bob Esponja” había sido transportista en Sinaloa y luego se convirtió en mensajero de Los Chapitos, a quienes les trasladaba la droga de un punto a otro.
Manejaba un perfil discreto, si bien era fan de los autos tuneados, las armas, la fiesta y las mujeres, como lo relata el corrido “El Bob Esponja”, dedicado en 2020 por la banda Grupo Máximo Grado, conocida por dedicar canciones a Iván Archivaldo.
El corrido lo describe como “bueno y bondadoso”, pero también “belicoso”. Además, narra sus orígenes en Pénjamo, Guanajuato, y su traslado a Sinaloa para unirse al cártel.
En el interrogatorio al que fue sometido por La Mayiza, identificó a los hermanos de un hombre conocido como “El Picudo”, presuntamente responsables del control en el fraccionamiento “Las Moras”. Informó, además, que varios miembros de Los Chapitos operaban en su zona de residencia.