“Veíamos cómo atravesaban las balas”, El helicóptero en el que viajaban 18 policías y militares fue derribado por sicarios del CJNG
Violencia, muerte, destrucción y terror es algo de lo que el narco ha sembrado en México, país en donde los enfrentamientos entre delincuentes y autoridades son constantes. En algunas ocasiones los ataques son tan brutales que muy pocos logran salir con vida, como un expolicía que narró un oscuro capítulo en su carrera.
Sobrevivió de milagro, pero en su cuerpo siguen las marcas de lo que pasó ese día en el que se prepararon para darle un certero golpe al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el cual respondió con uno de los ataques más violentos, sorprendiendo a los integrantes de la que sería una emboscada triunfal.
Univision Noticias entrevistó a Iván Morales, el expolicía mexicano que estuvo en aquel cruento ataque ocurrido en mayo del 2015, cuando el entonces elemento tenía 33 años y le apasionaba su profesión, la cual lo dejó debatiéndose entre la vida y la muerte, con el 70% de su piel quemada y su rostro desfigurado.
El fallido operativo
Iván no sabía nada sobre el operativo, únicamente que viajaría en helicóptero y que esa operación sería la más importante de su carrera policial, besó a su esposa embarazada y se dirigió al punto de partida, en la Ciudad de México.
Allí abordó un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), junto a su amiga, Alejandra, una mujer policía y varios militares. Cuatro aeronaves salieron del sitio con un plan trazado para sobrevolar el cielo del estado de Jalisco.
El objetivo era capturar al líder y fundador del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, mejor conocido como “El Mencho”. El helicóptero Cougar en el que viajaba Morales junto con Alejandra y 16 militares tenía la misión de localizar y neutralizar al capo, en otra aeronave sería trasladado en caso de lograrse el arresto, dos helicópteros más hacían labores de escoltas.
Pero nada de eso ocurrió, pues el primer helicóptero fue atacado por los sicarios que usaron un poderoso arsenal compuesto por fusiles calibre .50, lanzacohetes y granadas de fabricación iraní y rusa.
El infierno en el cielo
“Fue muy fuerte, veíamos cómo atravesaban las balas el helicóptero, muchos de los que estaban allí murieron al instante”, narró a Univision Investiga. Agregó que una munición calibre 50 impactó el rotor del helicóptero, lo que causó que perdiera movilidad y comenzara a caer. Acto seguido los sicarios lanzaron cuatro granadas.
Estaban en llamas, pero el piloto no perdió la pericia y siguió planeando, evitando así la caída libre que habría causado que el helicóptero estallara. Su amiga Alejandra había muerto junto a otros militares, nueve de las 18 personas que viajaban allí perdieron la vida.
Al tocar tierra el expolicía seguía vivo, sin heridas ni quemaduras, enfrentándose a un dilema: quedarse en la aeronave en llamas o salir a ser rafagueado por los pistoleros. Finalmente decidió salir, y al momez
Ardía en llamas, rodó para apagarse y corrió para esquivar las balas de los narcos, se colocó tras una piedra, boca abajo para que sus compañeros vieran la estrella de la Policía Federal. Fue rescatado y pasó cinco meses en el hospital, estuvo en coma, fue sometido a numerosas cirugías y finalmente fue dado de alta. Un mes después nació su hijo.
Iván fue reconocido en una ceremonia encabezada por el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien lo condecoró por servicio y valentía en su labor como policía federal. Durante la ceremonia se quitó la máscara y mostró su rostro para hacer ver las cicatrices que quedaron de su heroica acción.
Ataque premeditado con armas estadounidenses
En las investigaciones posteriores al ataque se encontró un cuaderno con un dibujo hecho a mano en el que se ve un helicóptero con el logo del Gobierno de Jalisco, lo que supuso que el ataque fue premeditado, pese a que el operativo fue secreto y ninguno de los integrantes llevaba comunicación.
Univision informó que el rifle M2HB que se montó en una camioneta tipo pickup con escudo de metal usada por los narcos durante el ataque fue vendido por el ejército de Estados Unidos como reposición de inventario, el cual terminó en la armería JNC Manufacturing.
Alejandro Celorio, abogado de la Cancillería mexicana dijo que desde hace 20 años, un cuarto de millón de armas, algunas de tipo militar, ingresan anualmente a México desde los Estados Unidos y llegan a manos de criminales. Agregó que el 70% del armamento de los criminales mexicanos provino de EE.UU.