Normalistas de Ayotzinapa comenzaron su jornada de protestas por el noveno aniversario de la desaparición de sus 43 compañeros en Iguala, con una acción en la 35 Zona Militar de Chilpancingo, donde lanzaron petardos y piedras después de un mitin en las inmediaciones de la sede castrense.
Los policías militares, que estaban dentro de la zona militar, respondieron la agresión lanzando gases lacrimógenos a los normalistas, lo que propició un intercambio mayor entre ambos grupos. El uso de los gases lacrimógenos por parte de los militares provocó el malestar de algunos niños y niñas de la escuela primaria federal Partido Revolucionario Institucional, y de algunas otras personas que cruzaban por la colonia del PRI, ubicada unos metros de distancia de la sede militar.
El reclamo de las madres y los padres de los 43 normalistas desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala es que investiguen al Ejército como probable responsable de los hechos donde desaparecieron sus hijos. Su teoría está sostenida en las indagaciones que hizo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), línea que también han fortalecido algunos periodistas con sus indagaciones.
Los estudiantes plantearon en ese mitin que detrás de la desaparición de sus compañeros está el Ejército. “Estamos presentes para recordar que Ayotzinapa no ha tenido justicia, que Ayotzinapa sigue en pie de lucha. Después de los informes del GIEI hoy conocemos la verdad, hoy conocemos parte de esa verdad, que este batallón (el Ejército) tenía vigilados a nuestros compañeros en 2014, tenían y seguían a nuestros compañeros cuando iban a la ciudad de Iguala. Este batallón (el Ejército) está manchado de sangre”, dijo uno de los oradores en el mitin.
“Fue el Ejército”, escribieron los estudiantes a manera de consigna en una de las paredes de la zona militar.
El próximo 26 de septiembre se cumplen nueve años de la desaparición de los normalistas, y la queja recurrente de sus familiares es que no hay avances sustanciales en la investigación, aun cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó esclarecer el caso.
Tan pronto terminaron el mitin, los normalistas comenzaron a lanzar los petardos y piedras hacia adentro de las instalaciones militares y soltaron sobre la puerta principal una camioneta repartidora de una empresa de frituras que, al parecer, retuvieron antes. Los estudiantes pretendían, al menos se apreció, estrellar el vehículo sobre el portón, pero pronto reaccionaron los policías militares con los gases lacrimógenos.
Los gases generaron la dispersión de los estudiantes que, a unos metros, ya sobre la Autopista del Sol, tenían estacionados los camiones del transporte en los que llegaron. La sede militar está a un costado, sobre el bulevar Vicente Guerrero, es decir, a un lado de los carriles rápidos de la carretera de cuota.
Aún dispersos, los estudiantes siguieron con el lanzamiento de petardos y los policías militares con los gases hasta después, incluso, que los normalistas se habían retirado. Por varios minutos se vio como las bombas de gases llegaban hasta la carretera.
Al otro lado de los carriles de la autopista está la colonia del PRI, hasta donde percibieron los gases que lanzaron los militares.
A la primaria llegaron bomberos y más personal de la Secretaría de Protección Civil para darles los primeros auxilios a los menores que tuvieron reacciones a los gases. También las madres y los padres de familia arribaron pronto para recoger a sus hijos. Las actividades escolares terminaron con esta situación.