Acusado de asesinar a Enrique "Kiki" Camarena, liberado después de 36 años
Raúl López Álvarez, un expolicía mexicano que estaba cumpliendo una condena en Estados Unidos por el asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), Enrique "Kiki" Camarena, fue liberado el pasado 12 de junio, según los registros de la Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP).
López Álvarez había sido sentenciado a 249 años de cárcel por la tortura y asesinato del agente antinarcóticos. Sin embargo, de acuerdo con los registros, fue puesto en libertad hace 10 días. A sus 64 años de edad, ha pasado 36 de ellos en una prisión estadounidense por un crimen que afirma no haber cometido.
La liberación habría sido ordenada por John A. Kronstadt, juez federal de Estados Unidos, luego de comprobarse irregularidades durante el proceso judicial. Kronstadt ordenó la reapertura del caso de Raúl López-Álvarez por el asesinato del agente antinarcóticos Enrique "Kiki" Camarena, ocurrido en 1985, y ordenó la celebración de un nuevo juicio, según documentos judiciales a los que tuvo acceso EFE.
En los documentos, fechados el 23 de marzo, Kronstadt detalló las irregularidades cometidas por la Oficina Federal de Investigación (FBI) y decidió anular los cuatro cargos que pesaban sobre López-Álvarez. Durante este tiempo, López permaneció en prisión sin derecho a fianza, a la espera de un nuevo juicio. El fiscal del distrito central de California, E. Martin Estrada, también presentó en marzo un informe del caso en el que oficializaba la solicitud de un nuevo juicio por los cuatro cargos imputados al acusado.
López-Álvarez es un exmiembro de la policía judicial de Guadalajara, quien fue arrestado el 26 de octubre de 1987 en Los Ángeles y condenado a 249 años de prisión por su presunta participación en el secuestro y asesinato de Enrique "Kiki" Camarena.
Las pruebas falsas del FBI
El caso del asesinato de Enrique Kiki Camarena, agente de la oficina antinarcóticos de Estados Unidos que fungió como infiltrado en el extinto Cártel de Guadalajara, fue reabierto luego de haber sido detectado un falso testimonio y la presentación de falsas evidencias por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
John A. Kronstadt, juez federal, determinó el pasado 23 de marzo volver a reunir evidencias y testigos en el caso de Kiki Camarena, luego de que Raúl López Álvarez, ex policía judicial de Guadalajara y uno de los dos últimos sentenciados por el crimen, demostrara una serie de irregularidades cometidas por personal técnico del FBI, de acuerdo con información de Milenio.
López Álvarez había sido acusado de 4 delitos relacionados a conspiración para asesinar y de secuestro, por lo que se encuentra en una prisión de Máxima Seguridad de Estados Unidos luego de la muerte de Camarena, ocurrida hace 36 años. El 29 de marzo de este año, la periodista Laura Sánchez Ley publicó en Milenio que las sentencias dictadas en Estados Unidos contra los acusados por el asesinato de Kiki Camarena, se sustentaron en evidencias que hoy se conoce fueron defectuosas, al analizar el documento de la sentencia del juez Kronstadt.
Dichas pruebas fueron presentadas por Michael Malone, entonces jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio del FBI, quien junto a un grupo de subordinados, de acuerdo con la sentencia, realizaron análisis científicamente insostenibles en el lugar donde Camarena fue asesinado.
En primera instancia, Raúl López cayó en la trampa de un agente de la DEA, quien fingió buscar a un sicario que pudiera asesinar a otro funcionario estadounidense bajo la modalidad que llamó “Camarena Style”. López presumía tener experiencia en “levantar”, “dar toques eléctricos” y asesinar “con tiro de gracia” o “cuchillo” a sus víctimas, pero argumenta que esos dichos fueron mentira para “blofear” y hacerse el importante, según muestran los reportes judiciales del caso.
El testimonio de Malone, por su parte, señala que por medio de supuestas evidencias el gobierno estadounidense concluyó que tanto López Álvarez como otros de los acusados, Javier Vásquez Velasco y René Verdugo, fueron quienes estuvieron en la casa de Lope de la Vega y participaron en el asesinato.
Verdugo, sin embargo, logró demostrar que Malone lo incriminó falsamente al asegurar que había encontrado uno de los cabellos del mexicano en la casa de Lope de Vega, lo cual al final no se pudo sostener, por lo que recuperó su libertad a los 77 años de edad.
Historia de Kiki Camarena en México
El agente de la CIA Enrique Camarena, conocido como Kiki, llegó a México en 1981. De familia con ascendencia mexicana, fácilmente conoció el terreno donde operaba el entonces famoso, temido y en plena expansión el cártel de Guadalajara. Fue en Guadalajara donde “Kiki” también fue torturado y falleció el 9 de febrero de 1985 a manos de famosos personajes del crimen organizado, como Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, y Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”.
La versión oficial apunta a que Miguel Ángel Félix Gallardo ordenó el secuestro de Enrique Camarena realizado en plena luz del día por agentes de la policía corruptos pagados por el mismo cártel en venganza por un operativo de decomiso de marihuana. “Kiki” fue torturado y apaleado hasta la muerte. Su cuerpo fue localizado el 5 de marzo de 1985 en una zona rural de La Angostura, un pueblo de Michoacán, México.
No obstante, Phil Jordan, exdirector del Centro de Inteligencia de El Paso y jefe de la DEA; Héctor Berrelles, exagente de la DEA; y Tosh Plumlee, expiloto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), revelaron a la revista Proceso y a la cadena estadounidense FOX que tienen pruebas de que Enrique Camarena no habría sido asesinado por los miembros del cártel de Jalisco, sino por un agente de la misma CIA.
La razón del asesinato, de acuerdo con lo dicho por las fuentes a Proceso y también a la cadena estadounidense Fox, habría sido que el integrante de la DEA descubrió que su gobierno colaboraba con el narco mexicano en su negocio ilícito de tráfico de drogas y que usaba el dinero de las ganancias para financiar a los contras durante la Revolución Sandinista en Nicaragua.