El Chapo Guzmán perdió la esperanza.
Se cumplen 4 años de que el narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, quien alguna vez fue el líder máximo del Cártel de Sinaloa (CDS), fue entregado a las autoridades de Estados Unidos, justo un día antes de que Barack Obama entregara el poder a Donald Trump, quien a su vez deja su mandato este 2021.
Tras su llegada a suelo estadounidense inició la peor pesadilla del Chapo luego de que se llevara acabo un juicio en donde fue declarado culpable por lo que desde julio de 2019, se encuentra en la Prisión de Máxima Seguridad (ADX o ADMAX, en inglés) ubicada en Colorado, donde purga una cadena perpetua.
Joaquín Guzmán Loera, fue capturado por primera en Guatemala, lugar en donde pretendía escapar de la persecución policial que se desató contra los cárteles cuando el 24 de mayo de 1993, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo murió durante un tiroteo entre grupos criminales en el aeropuerto de Guadalajara, en el estado de Jalisco en México.
El 9 de junio de 1993 el Chapo fue arrestado en el puente internacional del Talismán y poco después fue extraditado a México, donde pasó casi ocho años en prisiones de máxima seguridad hasta que el 19 de enero de 2001, se fugó de la prisión de Puente Grande, en Jalisco, durante el Gobierno de Vicente Fox. Según investigaciones, el capo se escondió en un carro de la lavandería de la prisión.
Luego de haberse mantenido prófugo por más de 13 años, Joaquín “el Chapo” Guzmán fue capturado por segunda ocasión el 22 de febrero de 2014 en un hotel de Mazatlán, en el estado de Sinaloa, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Fue recluido en la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, en el estado de México, pero tras solo 17 meses tras las rejas, el Chapo se escapó nuevamente la noche del 11 de julio de 2015, por un túnel excavado por debajo del penal.
Finalmente, a casi seis meses de haber escapado nuevamente, el 8 de enero de 2016 fue recapturado por última vez para que el 19 de enero de 2017 fuera extraditado a Estados Unidos.