“En las reuniones con más altos jefes del Cártel El Mayo no dice `nada´. Cuando quería dar una orden llamaba a alguien, salía, y luego esa persona daba la orden”.
De acuerdo a William Purpura, identificado en la serie como uno de los abogados del Chapo, el Mayo es un hombre sumamente inteligente que uso durante décadas como intermediario a Guzmán Loera.
La cintas en las que se escucha a Guzmán Loera hablar sobre el costo y las cantidades de droga con las que traficaba, fueron su condena; en cambio, Zambada ha sido extremadamente cuidadoso respecto a eso.
“Eso habla de lo poderoso que es el Mayo comparado con el Chapo. Mayo debe ser un hombre extremadamente inteligente, ahora debe de tener 71 o 72 años”, dice el abogado del Chapo.
El agente retirado de la DEA, Jack Riley, quien por muchos años estuvo tras el Mayo y el Chapo, dice que el jefe del Cártel de Sinaloa es un visionario de negocios y muy estratégico en su manera de pensar.
“Es un enemigo con el que nunca habíamos lidiado, entendió desde joven la importancia de pasar desapercibido”.
Riley cuenta que la DEA, CIA, FBI y hasta el Servicio Secreto estadounidense estaban tras los lazos que el Cártel de Sinaloa tiene con las pandillas de Chicago, pero en particular querían tener una prueba de que el Mayo era quien dirigía las operaciones. No tuvieron suerte.
“Todas las agencias, DEA, CIA, FBI, la Policía, la ATF, hasta el Servicio Secreto querían escuchar al Mayo hablando para verificar que viniera de él”, narra el agente retirado.
“El intermediario era el Chapo, porque era agradable”, aseguró otro de los agentes que estuvo años tras su huella.
Guzmán Loera durante décadas fue quien dio voz a las órdenes del Mayo. Todas las llamadas en las que se escuchó cómo negoció, informó o dirigió operaciones del cártel: fueron su condena.
La docuserie examina cómo cinco de los delincuentes más poderosos del mundo han permanecido en libertad, y por qué las autoridades estadounidenses quieren ponerlos tras las rejas para siempre.