Heriberto Lazcano, mejor conocido como El Lazca, planeó una de las venganzas más sangrientas en contra de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho.
Esta fue la sangrienta venganza de "El Lazca" tras terrible humillación de "El Mencho"
Por una terrible humillación que el capo le hizo en su propio territorio. En 2011, el Cártel de Sinaloa, en conjunto con su brazo armado, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) recibieron órdenes precisas de no intervenir con las operaciones de La Nueva Empresa, célula desertora de otros grupos criminales como Los Zetas y el Golfo.
Tras su irrupción en Veracruz, La Nueva Empresa golpeó a Los Zetas de Miguel Treviño Morales, alias El Z-40, y de Heriberto Lazcano, mejor conocido como El Lazca, debido a que uno de sus principales líderes se volvió contra ellos y dio uno de los golpes más terribles en la historia de su organización.
Se trata de Juan Carlos Carranza Saavedra, mejor conocido como El Ñaca, quien fue agente de tránsito antes de iniciarse en el mundo del narcotráfico con Los Zetas hasta liderar una de las células del grupo criminal; sin embargo, posteriormente cambió de bando y se convirtió en persona de confianza de El Mencho, y de Érick Valencia Salazar, mejor conocido como El 85, líderes del CJNG.
En septiembre de 2011, El Ñaca encabezó al comando encargado la ejecución de 35 personas vinculadas a Los Zetas, entre las que se encontraban doce mujeres y dos menores de edad, en Boca del Río, Veracruz, en una transitada avenida y a la vista de los automovilistas.
No conforme con la brutal demostración de poderío, El Ñaca se encargó de desafiar a El Lazca al arrebatarles la plaza a sus antiguos aliados, quienes iniciaron una fallida cacería en su contra.
Tras el violento episodio sufrido por su organización, El Lazca planeó una cruda venganza en contra de El Mencho y pactó con los de la resistencia del Cártel del Milenio, por lo que solo dos meses después, el 24 noviembre de 2011, 26 presuntos miembros del CJNG fueron ultimados y abandonados en tres camionetas en los Arcos del Milenio en Guadalajara.
Luego del violento ataque, El Ñaca se trasladó a Jalisco gracias a su cercanía con Oseguera Cervantes, pero en mayo de 2013 fue abatido por elementos de la Marina en Zapopan.