Jorge Raúl Rosales Cristerna, miembro del Cártel de Sinaloa (CDS) conocido como El R-18, habría sido el encargado de atentar, sin éxito, contra la vida de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho.
A finales de 2015, Colima se convirtió en la entidad protagonista de la guerra entre dos antiguos aliados: el CDS y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El puerto de Manzanillo fue el más afectado por la disputa debido a que para entonces ya era la entrada principal de contenedores repletos de estupefacientes y precursores químicos provenientes de Sudamérica y Asia.
Conforme a publicaciones hechas por varios medios en agosto de 2016, la primera señal de guerra entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa surgió cuando El R-18 se reunió con miembros de La Familia Michoacana, otro de los grupos criminales más sanguinarios de nuestro país, con la finalidad de llegar a un pacto.
El acuerdo entre el CDS y La Familia Michoacana incluía la organización de una limpia de varios miembros del CJNG, señalados por cobrar derecho de piso a comerciantes, extorsión, secuestro, violación y robo.
De acuerdo con El Financiero, El R-18 supo que El Mencho sostendría una asamblea en la colonia La Estancia, por lo que dispuso una brutal cacería en un convoy integrado por 150 pistoleros a bordo de 50 camionetas.
Según informaron varios medios, El Mencho logró escapar de sus agresores, mientras que 20 de sus sicarios fueron ejecutados en la escena; sin embargo, una versión extraoficial señaló que el saldo real del ataque fue de 50 hombres muertos.
En mayo 2018, El R-18, líder del Cártel de Sinaloa en Colima, fue detenido y procesado por delitos relacionados con el narcotráfico y delincuencia organizada; posteriormente, fue trasladado del Centro de Reinserción Social (Cereso) de esa entidad al penal de máxima seguridad del Altiplano, en Edomex.
Pese a los esfuerzos de sus enemigos, El Mencho consolidó su poderío y actualmente es el narcotraficante más buscado por las autoridades mexicanas y estadounidenses.
En agosto de 2018, la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció 30 millones de pesos a quien dé información que permita su captura, mientras que la administración de Donald Trump fijó su recompensa en 10 millones de dólares; sin embargo, hasta el momento no se ha logrado su detención.