Ya frente a los tribunales está formalmente acusado de haber abusado sexualmente a su suegra de 87 años de edad, la cual también padece Alzhéimer, pero mientras comparecía negó estos hechos y dijo que todo se debió a un descuido producto de un abuso considerable de alcohol.
“De lo que me acusan es falso. No violé a mi suegra y todo fue un error puesto que me equivoqué de habitación al haber bebido demasiado”, declaró de esta manera el acusado en defensa por lo sucedido. La pena que podría enfrentar son diez años de prisión, según informa el portal Canarias.
Dentro de versión de los hechos relata que el 12 de junio de 2016 asistió a un convivio familiar y después a una tradicional verbena en Santa Brígida; señala que en ambos sitios bebió «bastante ron», y después dijo haberse quedado solo porque su mujer se marcho a su casa, dejándolo solo bebiendo, y cuando decidió regresar a su hogar “estaba borracho y en vez de meterme en mi habitación, entré en la de mi suegra por equivocación. Estaba todo oscuro y cuando bajé la manta y me fui a meter en la cama, mi suegra gritó y en ese momento me di cuenta de la equivocación y salí de inmediato”, dijo.
Por su parte, su exmujer, declaró que había visto al encausado la noche de autos acostado en la cama de su madre. «Yo escuché ruidos y me fui a su habitación. Al llegar, vi un bulto encima de mi madre y por eso chillé. En ese momento lo vi en estado de erección, intentando subirse los calzoncillos y el pantalón como un loco», testificó, hechos que había negado previamente el acusado: «No es cierto que mi esposa me sorprendiera erecto encima de mi suegra». Justificó el hallazgo de su ADN en el ano de la anciana porque «la bañaba y limpiaba todos los días.