Los habitantes preferían no saber lo que ocurría en Estación Claudio
Coahuila.- Casas baleadas, abandonadas, personas desaparecidas y otros torturados y rastros de olvido en Estación Claudio una localidad situado en el Municipio de Viesca en el Estado de Coahuila de Zaragoza.
Jesús Peña y Omar Saucedo periodistas de Vanguardia se dieron a la tarea de recorrer estas tierras que parece que están en el olvido y obtuvieron declaraciones de algunos habitantes que cuentan un poco de lo que pasó en este lugar.
"Aquí hay muertos. Debajo de mis plantas, enterrados entre el polvo, hay muertos. Alguien a quien otro alguien quiso borrar de la faz de la tierra desapareciéndolo, torturándolo, matándolo, descuartizándolo, quemándolo, triturándolo y esparciéndolo entre la tierra".
Describen mientas contemplan la barda roja y baleada, en Estación Claudio.13 de noviembre de 1995.
Aseguran que hace tres o cuatro años los zetas mataron y quemaron gente. Estos periodistas recorrieron la zona y respiraron el miedo que da imaginarte que puedes ser una víctima o quedar en las manos de personas que buscan matar.
Las fotografías son impactantes y los cimientos de chozas, que fueron de tierra con techos de quiote, fueron tragadas por la maleza.
Letreros de “PROHIBIDO EL PASO” se encuentran todavía en el lugar acompañado de silencio.
El fotógrafo señala con la punta del zapato algo que perece un hueso, es un hueso pequeño, un pedazo de ser humano, de una clavícula, tal vez, especula el fotógrafo, al fin hueso.
Entre el monte hay vasos de veladora, cientos de vasos de veladora con los que se alumbraban, ropa, desgarradas, desteñidas, empolvadas.
En Estación Claudio en 2015, el grupo Víctimas por sus Desaparecidos en Acción, (Vida), encontró, gracias a una llamada anónima, uno de las primeras necrópolis clandestinas, o campos de exterminio, de los zetas.
De exterminio, porque eso fue: una aniquilación, una pulverización, una erradicación de personas.
“Empecé a poner en mi Facebook y a decir en los medios de comunicación, que si sabían dónde había un lugar, nos dijeran. La gente nos llama y nos dice ‘busque por aquí, pero no vaya a decir que yo dije’”. Silvia Ortiz, madre de Fanny, su hija desaparecida desde hace 12 años.
Cuenta que nunca la electricidad llegó a Claudio y que la gente se alumbraba con lámparas de petróleo, pero vivía a gusto.
"Allá era muy tranquilo. Cocinábamos temprano y nos dormíamos, nada más se metía el sol, pero también la levantada era temprano, por los animales”. declara Gabriela, una vecina de un ejido cercano a Estación Claudio.
Gaby dijo que un día que Claudio se fundió: se acabó el tren, se acabaron las cabras, se acabaron las vacas, las gallinas, se agotaron las norias, y la gente, unas 20 familias, se fue de Claudio. Entonces se convirtió en un pueblo fantasma, abandonado, solitario, en ruinas.
Los habitantes de Estación Claudio, que se había mudado al pueblo de Tierra y Libertad, miraban camionetas nuevas y desconocidas atravesando rancheradas, de tarde, de noche, rumbo a la carretera desoldada que conduce a Estación Claudio, y se extrañó.
No sabían lo que ocurría o lo dejaban pasar hasta que descubrieron el cementerio clandestino más grande descubierto en Coahuila.
Magdaleno de 82 años, fue el último en salir de Claudio.
“No pos yo nomás miraba pasar las camionetas en la tarde, en la noche. Se oían los rumores de que andaba la gente mala ahí. Según esto (los zetas) asistían por ái por los pinabetes que están así, pa adentro. Porque hay unos pinabetes por la orilla de la vía, allá”.
Las personas se sorprendieron cuando vieron los periódicos y dieron a conocer que en Estación Claudio habían encontrado un cementerio. Las personas solo miraban pero nadie quería tener problemas y por ese motivo mejor callaban.
Hace algunos meses el grupo Víctimas por sus Desaparecidos en Acción, dio con otro panteón secreto, de los zetas, de víctimas de los zetas.
El pueblo de Estación Claudio sigue solitario, y las familias con sus desaparecidos desesperados y no terminan con las búsquedas de sus seres queridos. Puedes leer el articulo completo aquí. Coahuila, la necrópolis de México