Dos pesos pesados del crimen organizado, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación y Raúl Álvarez Ayala, “El R1” en contra de Carlos Manzo
La audiencia inicial por el brutal asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, reventó este fin de semana como una auténtica bomba judicial: entre revelaciones sobre sobornos de 2 millones de pesos, menciones directas a los máximos líderes de un grupo de la delincuencia en Jalisco y la sospecha de una ejecución extrajudicial dentro del propio operativo policial, el caso alcanzó un nuevo nivel de gravedad e impacto nacional.
“El Licenciado” cae… y arrastra al CJNG a la sala del Altiplano
Dentro del impenetrable Cefereso No. 1 “El Altiplano”, se confirmó lo que por días era solo un rumor: el homicidio del alcalde fue planeado por mandos clave del CJNG en Michoacán.
Durante las más de cinco horas de audiencia, los ocho imputados —incluido Jorge Armando “N”, alias El Licenciado, y siete escoltas de Manzo— habrían detallado la participación de dos pesos pesados del crimen organizado, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y Raúl Álvarez Ayala, “El R1”, identificado como el cerebro operativo detrás del ataque.
Investigadores revelaron que se ofrecieron 2 millones de pesos para ejecutar al alcalde, un político independiente que había sobrevivido amenazas y presiones de la delincuencia organizada.
Prisión preventiva para todos… y un proceso que apenas comienza
El juez ordenó prisión preventiva oficiosa para los ocho acusados y extendió el plazo para decidir su vinculación a proceso.
La defensa pidió más tiempo para reunir pruebas, por lo que la audiencia continuará el miércoles 26 de noviembre, cuando se espera la presentación de nueva evidencia explosiva.
La parte más oscura del caso: ¿Ejecución extrajudicial de un adolescente?
La audiencia también sacó a la luz un capítulo aún más perturbador: El presunto autor material del asesinato, Víctor Manuel U., un joven de apenas 17 años, habría sido rematado por un policía municipal cuando ya estaba sometido.
Los hallazgos revelados son alarmantes: El adolescente recibió un tiro en el cuello / nuca cuando estaba en el suelo; la bala salió de la misma arma que él utilizó para matar a Manzo; y el disparo lo realizó uno de los escoltas del alcalde, ahora también detenido.
Esto abre la puerta a que el caso incluya una posible ejecución extrajudicial, una línea que deberá analizar el juez y la Fiscalía.
Un traslado blindado digno de película
Tras declarar inicialmente ante la Fiscalía de Michoacán, El Licenciado fue llevado bajo un operativo espectacular hacia el Altiplano, en un Vehículo blindado Sandcat Black Mamba, escoltado por la Guardia Civil, SEDENA, SEMAR y varios vehículos tácticos de escolta.
El mensaje fue claro: las autoridades no están dispuestas a correr riesgos con un hombre cuyo testimonio podría derrumbar parte de la estructura del CJNG en Michoacán.
Chats, traiciones y un infiltrado en el círculo del alcalde
La audiencia también reveló un dato que ha estremecido a Uruapan: Una persona cercana al propio alcalde habría estado filtrando información sobre sus movimientos y rutinas.
Esa colaboración habría sido clave para que el sicario adolescente lograra acercarse a Manzo durante el Festival de la Vela.
Según los avances de la investigación, todas las instrucciones habrían sido dictadas en un chat operativo dirigido por “El R1”, quien ya fue detenido en 2012 y liberado hace solo tres años.
Hoy, está nuevamente en la mira.
Lo que viene
El próximo miércoles podría redefinir completamente el rumbo del caso: nuevas declaraciones, pruebas periciales y posibles menciones adicionales de figuras clave del narcotráfico podrían destapar una red más amplia de complicidades.
El asesinato del alcalde Carlos Manzo ya no parece un ataque aislado, sino la punta de un entramado criminal que sacude a Michoacán y exhibe fracturas internas en los cuerpos policiacos municipales.