El Menchito y El Chapo cumplirán su condena en el mismo complejo pero en diferente edificio
Rubén Oseguera González, El Menchito, cumplirá su condena de prisión de por vida en la prisión de alta seguridad de Florence, Colorado. Se trata de una de las instalaciones de mayor seguridad en Estados Unidos, por debajo apenas de la unidad de supermáxima seguridad, ubicada en el mismo complejo pero un edificio diferente, y donde se encuentra Joaquín El Chapo Guzmán.
La unidad a donde fue trasladado El Menchito solamente alberga varones, y de acuerdo con la información más actualizada del centro, tiene un total de 828 internos. Está ubicada en el condado de Freemont, en el estado de Colorado, y cuenta en total con tres instalaciones, de mediana, alta y supermáxima seguridad.
A diferencia de la unidad de supermáxima seguridad, donde está El Chapo, las instalaciones de alta seguridad son más relajadas. Tiene una cerca perimetral con guardias y elementos patrullando la zona. Cuenta con servicios de salud, lavandería, zona para ejercicio, programas de educación y hasta una capilla religiosa. Sin embargo, las medidas siguen siendo un tanto restrictivas, pues normalmente pasan 22 horas en sus celdas. Y las visitas solo ocurren entre las 8 de la mañana y 3 de la tarde, únicamente sábados y domingos.
El Menchito estuvo en detención preventiva, durante el juicio en su contra, en una prisión estatal en Virginia, y unos días después de su sentencia fue trasladado a la prisión federal de Filadelfia, en Pensilvania. Un par de días antes de llegar a la unidad de alta seguridad de Florence, estuvo en el centro de transferencia en Oklahoma City, en Oklahoma.
Osiel Cárdenas Guillén, fundador y ex líder del Cártel de Golfo, cumplió parte de su condena en la prisión de alta seguridad de Florence.
Oseguera González, de 35 años, ciudadano estadunidense e hijo del líder indiscutible del Cártel Jalisco Nueva Generación, fue encontrado culpable de tráfico de cocaína y metanfetamina y posesión de armas de fuego e instrumentos destructivos a finales de 2024, tras un juicio que duró un par de semanas.
La fiscalía estadunidense solicitó la prisión de por vida para el acusado para evitar que volviera a delinquir, y como castigo por haber sido “el narcopríncipe del CJNG”, como fue descrito por varios testigos colaboradores del gobierno estadunidense.