El hijo de ‘El Mayo’ aseguró que a los comandantes se les daba entre 50 y 30 mil pesos mensuales con el fin de poder operar en las ciudades de Mazatlán y Culiacán.
Se les paga por mensualidades, se le paga al comandante de la AFI, ahora Policía Ministerial Federal, que es el que manda en todo el estado, se les paga a los comandantes de la Policía Judicial del Estado, a la Policía Municipal, a la PF (Policía Federal), para este tipo de cosas estaba encargado ‘El Doctor’, también Dámaso López Núñez”, se lee en el libro ‘El Traidor’.
Vicente Zambada Niebla, el primogénito de ‘El Mayo’, en su diario escrito en prisión relató lo que el Cártel de Sinaloa gastaba mensualmente en sobornos y protección del gobierno de México, durante la década de los 2000.
‘El Vicentillo’ señaló que el encargado de entregar los montos de dinero era Roberto Beltrán Burgos ‘El Doctor’, así como Dámaso López Núñez, alias ‘El Licenciado’, quienes iban a recoger el efectivo con un operador conocido como ‘Queta’ para después llevarlo personalmente con los funcionarios.
“Se les paga por mensualidades, se le paga al comandante de la AFI, ahora Policía Ministerial Federal, que es el que manda en todo el estado, se les paga a los comandantes de la Policía Judicial del Estado, a la Policía Municipal, a la PF (Policía Federal), para este tipo de cosas estaba encargado ‘El Doctor’, también Dámaso López Núñez”, se lee en el libro ‘El Traidor’.
El hijo de ‘El Mayo’ aseguró que a los comandantes se les daba entre 50 y 30 mil pesos mensuales con el fin de poder operar en las ciudades de Mazatlán y Culiacán.
“Se le pagaba al comandante de Culiacán 50 mil dólares al mes, se le pagaba al comandante de Mazatlán 30 mil dólares, a los de la PFP (Policía Federal Preventiva) de Culiacán, Mazatlán, La Cruz de Elota 20 mil dólares a cada uno”, aparece en la obra de la periodista Anabel Hernández.
El hijo de ‘El MZ’ añadió los estados en los que dominaba el Cártel de Sinaloa durante el 2008, al mencionar a los mando policíacos que se le daba una mensualidad para que siguieran trabajando para ellos.
“Se les paga al coordinador de la PF y AFI de Sinaloa, al de Nayarit, al de Jalisco, al de Baja California, al de Chiapas, al de Chetumal” agregó Vicente.
Cuando había cambios de mandos, el saliente se encargaba de presentar al nuevo con las cabecillas del grupo criminal para mantener la relación entre ambos bandos.
“Cuando cambian de comandante en las plazas, antes de que el encargado se vaya, él mismo te presenta al nuevo. ‘El Doctor’ y ‘La Queta’ me hablaban a mí y yo le avisaba a mi papá que ya habían puesto nuevo comandante y que ‘todo estaba bien’ y ya mi papá y ‘El Chapo’ lo miraban en persona para ponerse a sus órdenes”, continuó.
Vicente señaló que la extinta PGR estaba “corrompida” al afirmar que no importaba que rotaran al personal cada año, siempre el que estaba antes contactaba al nuevo con miembros del grupo criminal.
“El 99 por ciento de la PGR es corrupta y nosotros le damos todo el dinero, cada año o meses son rotados en toda la república, pero son los mismos y se conocen entre ellos y a cualquier estado que van ellos reportan al que está encargado”.