Con decenas de restos humanos rescatados de una fosa clandestina y túneles en los que Jaime Luis A., alias “El Pozolero”, “El Comandante” y/o “666”, escondía los cuerpos de sus víctimas, las autoridades han logrado reconstruir 15 cuerpos, a todos los cuales les faltan las cabezas, pues presumiblemente el Pozolero, jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se las comía.
En la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, autoridades federales informaron de este caso, detallando que hasta el momento se han reconstruido 10 cuerpos de un total de 42 paquetes del tamaño de una almohada, que contenían restos humanos.
Los restos fueron localizados tras la captura de El Pozolero y tres miembros de su banda, registrado el pasado 10 de enero en un operativo interinstitucional encabezado por la Fiscalía Regional de Ixtapan de la Sal, a cargo de Elohim Díaz Jiménez.
El Pozolero era jefe de plaza del CJNG en el sur del estado de México y sería el responsable de secuestrar, torturar y asesinar a cien personas, de acuerdo con las investigaciones preliminares.
Los datos más recientes del caso indican que no son 10, sino 15 los cuerpos reconstruidos, los cuales comparten una misma característica, pues todos carecen de cabeza.
En este punto sería que el apodo del Pozolero cobra relevancia, pues se presume que las cabezas eran devoradas por él mismo y su grupo criminal.
El Pozolero se caracterizó por su violencia y sadismo, pues él mismo entrenaba a sus cómplices para secuestrar, torturar, asesinar y descuartizar a sus víctimas