Ejército mexicano fue alertado de Los Chapitos
La ciudad de Culiacán, Sinaloa, ha sido durante décadas el bastión del Cártel liderado por Ismael “El Mayo” Zambada y, en su momento, por Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Es por eso que tratar de ingresar a esa región para capturar a uno de sus miembros resulta algo casi imposible, y más si se trata de uno de los hijos del Chapo, quienes ahora disputan el liderazgo de la organización con el Mayo.
Todo esto era sabido por el ejército mexicano antes del 17 de octubre de 2019, fecha en que se registró el llamado “Culiacanazo”, es decir, el fallido operativo militar en el que se intentó ejecutar el arresto de Ovidio Guzmán, y que culminó con su liberación ante la presión que ejercieron decenas de sicarios por toda la ciudad.
Así lo revela uno de los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que fueron hackeados por el grupo Guacamaya, en donde se revela que el ejército ya había sido alertado sobre las consecuencias que generaría un ataque de este tipo en Culiacán
Y es que, antes del Culiacanazo, se registró otro ataque contra soldados mexicanos en el municipio de Badiraguato, Sinaloa, cuando fueron emboscados el 30 de septiembre de 2016 mientras llevaban a un hospital de Culiacán a un delincuente herido unas horas antes durante un enfrentamiento. Como resultado de esta agresión, seis militares murieron.
Según los documentos a los que tuvo acceso el sitio La Silla Rota, el 1 de octubre de 2016, uno de los principales asesores de la Sedena advirtió al entonces titular del Ejército, Salvador Cienfuegos Zepeda, los riesgos contra la seguridad nacional que representaba la emboscada del crimen organizado contra elementos de la institución.
El informe incluía las advertencias del académico y especialista en seguridad nacional, Javier Oliva Posada, quien consideró que la agresión fue equiparable a las realizadas por grupos terroristas.
“Sean o no los hijos de Joaquín Guzmán los responsables del ataque, se trata de una acción sin precedentes. En los análisis de inteligencia, cobra sentido el envío de ‘un mensaje’ a las otras organizaciones criminales respecto de lo que los autores del mismo, son capaces de hacer”, se señala en el informe.
Las recomendaciones de Javier Oliva, incluidas en cuatro cuartillas, describen el poder de los hijos del Chapo Guzmán, sobre todo en la ciudad de Culiacán, donde cuentan con un enorme despliegue de sicarios fuertemente armados.
Pese a ello, tres años después intentaron detener a Ovidio en la capital de Sinaloa y el resultado fue un fracaso total, que también se hizo conocido como el “jueves negro”.