La "mata y luego se mata": "policías" lo buscaban por sospechoso del asesinato de su ex-pareja en N.L y lo encuentran 6 horas después en el mismo lugar donde la mato.
Durante seis horas, la Policía buscó a Gregorio Salazar Torres, de 41 años, como el principal sospechoso del homicidio de su ex pareja Delia Briseidy, de 26, en El Carmen, aunque en realidad el hombre siempre estuvo al alcance de las autoridades.
Tras ser localizada muerta por sus familiares, la mañana del jueves, nadie más entró a la casa donde se cometió el feminicidio hasta que un juez concedió una orden de cateo.
Un fiscal, acompañado de peritos y agentes ministeriales recorrieron la casa de Gregorio para buscar evidencias del crimen.
Pero lo que localizaron fue algo más que pruebas del feminicidio.
Al abrir la puerta del baño encontraron a un hombre ahorcado en la regadera. Era Gregorio.
Con los objetos y testimonios que reunieron en el lugar del crimen, una casa ubicada en el cruce de las calles Matacanes y Olinalá, en la Colonia El Jaral, los ministeriales establecieron que se trató de un feminicidio-suicidio.
Una fuente policiaca dijo que, de acuerdo con la indagatoria, Gregorio y Delia Briseidy vivieron en unión libre y tuvieron una hija.
Cada uno venía de una relación anterior. Ella tenía otra hija y los hijos de él ya eran mayores, incluso tenía un nieto, explicó.
En noviembre pasado, mencionó la fuente, la pareja se separó y Delia Briseidy se fue a la casa de sus padres, en la Colonia Real de Palmas, en Zuazua.
El miércoles, la joven fue a buscar a Gregorio porque él le iba a entregar dinero por un viaje que ella haría con la hija de ambos.
Esa fue la última ocasión que supieron de ella. Ya no contestó su celular y nadie sabía dónde localizarla.
La noche del miércoles sus familiares fueron a la casa de Gregorio para preguntar por Delia Briseidy, pero nadie abrió y se retiraron.
El jueves por la mañana la mamá de la joven regresó a la casa del hombre, y en esta ocasión la puerta principal estaba entreabierta.
Al entrar encontró el cuerpo de su hija en la cama, cubierto con una cobija.
La Policía fue alertada del crimen y tras la llegada de Fuerza Civil, la zona fue acordonada. Los uniformados no entraron para verificar el reporte, aseguró el informante.