Rodrigo Paez la guerra contra El Cártel de Sinaloa andaba buscando a los hombres que le responden a Ivan Archivaldo Guzman este contraataca para denostar el poder que tiene
El Cartel de Sinaloa sigue cometiendo sangrientos crímenes para demostrar el poder que tiene
La violencia en Sinaloa no se detiene. Prueba de esto es lo que ocurrió hace unas semanas en Caborca, donde un grupo de criminales secuestró y ejecutó a diez personas, cuyos cuerpos fueron abandonados en la carretera a Sonoyta.
Ahora, el columnista Héctor de Mauleón escribió en El Universal que este crimen no solo está vinculado con el tráfico de drogas, sino también por la lucha del control de minas de la región.
Sonora es la entidad que mayor actividad minera tiene, pues su valor de producción es de 138 millones de pesos.
Fue el pasado 19 de junio cuando más de quince camionetas con hombres armados recorrieron las calles de Caborca buscando objetivos seleccionados. Este movimiento fue desplegado por el Cartel de Caborca, liderado por Rodrigo Páez Quintero, sobrino de Rafael Caro Quintero.
El periodista detalló que el Cartel de Caborca estaba buscando a hombres de Los Salazar, quienes responden a la facción del Cartel de Sinaloa liderada por Alfredo e Iván Guzmán, hijos de El Chapo.
Hace un mes, aparecieron dos hieleras con un narcomensaje en el que sicarios del Cartel de Caborca advertían que productores, mineros y comerciantes tendrían que pagar derecho de piso.
Este hecho fue expuesto por el Cartel de Sinaloa y responsabilizaron a Rodrigo Páez Quintero por la violencia en la región, asegurando que recibía protección del Ejército.
Una investigación de 2018 relata que propietarios del ejido El Bajío, ubicado a 65 kilómetros de Caborca, denunciaron que Rafael Pavlovich Durazo, tío de la actual gobernadora, llegó con Rodrigo Páez Quintero y hombres armados.
Rodrigo Páez Quintero aseguró que su tío le había ‘dado permiso’ para matarlos si no querían irse.
El saqueo de minerales comenzó en 2009, cuando los ejidatarios entraron en litigio con la Minera Permont. Un Tribunal Unitario Agrario ordenó la restitución de los predios y la minera conservó una franja colindante.
Los ejidatarios se dividieron y un grupo recibió ayuda de Los Salazar del Cartel de Sonora; el otro de Rodrigo Páez.
Eso ha provocado diferentes conflictos: el 1 de marzo cuando hombres armados llegaron en camionetas a los terrenos de El Bajío y pidieron al personal de vigilancia que se fuera.
El Ejército intervino y trascendió que tres presuntos delincuentes fueron abatidos.
El 26 del mismo mes se hirió a dieciséis guardias, otros fueron secuestrados y rescatados por la Policía Estatal.
Los enfrentamientos no se han detenido y poco a poco escalan en violencia.