Santa Lucía del Camino, Oaxaca.- Una jovencita de 15 años de edad, fue detenida acusada de haber asesinado a su madre el pasado mes de octubre, cuyo cadáver fue abandonado encobijado y desnudo a orillas del Río Salado, en la colonia ampliación Santa Lucía, de este municipio.
También fue detenido el novio de la menor, un joven de 19 años, quien le ayudo a tirar el cuerpo.
La jovencita asesinó a su mamá con más de 30 puñaladas, porque sentía vergüenza de su actividad laboral ya que ésta trabajaba en un bar y tenía que emborracharse con clientes, lo que le provocada repulsión, además de que no la dejaba salir con el joven de 19 años.
Fue la tarde del pasado 6 de octubre cuando las autoridades recibieron el reporte de que a orillas del Río Salado, en la colonia Ampliación Santa Lucía, entre unos matorrales estaba lo que parecía un cuerpo, el cual se encontraba envuelto en una cobija a cuadros color café con naranja y gris.
Elementos de la Policía Municipal, Estatal y de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) acudieron al sitio indicado junto con peritos, quienes al abrir la cobija hallaron el cadáver de una mujer, cuyo cuerpo estaba desnudo y presentaba heridas punzocortantes en distintas partes del cuerpo.
Estaba atada de manos con una cinta para bata de baño y su ropa fue hallada cerca del lugar.
Quinceañera asesinó a su madre porque 'odiaba' que fuera mesera de un bar
El Ministerio Público dio las instrucciones para que se realizara el levantamiento y traslado del cuerpo al anfiteatro, donde se pudo establecer la identidad de la mujer. Se llamaba Rubicela Cobos, tenía 47 años de edad y había sido reportada como desaparecida tres días antes, el 3 de octubre.
El grupo de feminicidios comenzó a realizar indagatorias y la primera persona en investigar fue el novio de la víctima, quien declaró que estuvo llamando a su amada varias veces pero no tuvo respuesta, por lo que acudió a buscar a la hija de esta a pedirle que denunciara la desaparición.
En la indagatoria se establece que la quinceañera estaba muy despreocupada, incluso no quería denunciar la desaparición, encima le dijo al novio de su mamá que ésta salía con otras personas.
Los investigadores sostuvieron varias entrevistas, entre ellas a la madre de la occisa, la cual relató que para sacar adelante a su nieta, su hija comenzó a trabajar como mesera en un bar, con la finalidad de sufragar el costo de la mensualidad de una escuela privada de gastronomía.
Dijo que durante el sepelio a su nieta la vio muy tranquila, incluso se le hizo extraño que en la habitación donde ahora vivía con su novio había dos libros que hablaban de “el crimen perfecto”.
Los agentes interrogaron a la adolescente al mismo tiempo que auscultaron la casa de la víctima, encontrando en el sanitario tres batas para baño, dos de ellas con la cinta para sujetarla a la cintura, sin embargo, otra carecía de ella y tenía bordado el nombre de la menor de edad.
Al cuestionarle el detalle la adolescente dijo que en primer lugar le había puesto su nombre ya que cuidaba mucho de su higiene, pues sentía asco que su mamá tocara sus cosas. En ese instante se mostró nerviosa, pues en primera instancia no supo qué decir sobre la cinta faltante.
Se confirmó que la cinta era la misma ocupada en el crimen, pero la quinceañera luego se justificó en el sentido de que la cinta pudo haberse extraviado cuando llevó la bata a la lavandería.
Sin embargo, cuando finalmente localizaron y entrevistaron al novio de la adolescente identificado como Jesús Alberto “N”, de 19 años, este se incriminó y platicó a detalle lo sucedido.
El día del asesinato, Rubicela llegó a su casa y se metió a bañar, sin embargo, en ese lapso se llevó la sorpresa de su vida al descubrir que su hija sostenía relaciones sexuales con su novio, por lo que ambas comenzaron a discutir, pero de pronto la menor tomó un cuchillo y la apuñalo hasta matarla.
Jesús Alberto dijo que no tuvo otra opción más que apoyar a su amada, quien lo obligó a que la ayudara a limpiar. Dijo que luego tomó la cinta de la bata de baño de su novia con la que ató las manos de la occisa, ya que comenzaba a tener rigidez cadavérica, y se las pegó al pecho, para después encobijarla y asegurarla con cinta canela e ir a tirar el cuerpo a orillas del Río Salado.
Con el testimonio de Jesús Alberto, la quinceañera fue detenida por personal de Justicia para Adolescentes y recluida a las instalaciones de la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes (DEMA), mientras que él fue ingresado en la Penitenciaría Central del estado.