CIUDAD ACUÑA, Coahuila – Uno de los principales líderes actuales del cártel de Los Zetas estuvo cerca de ser capturado por sus enemigos y fue forzado a huir, dejando a su abuela a merced de los sicarios rivales.
Como Breitbart Texas ha estado informando, dos facciones rivales de los Zetas, uno llamado Cártel Del Noreste (CDN) y otro llamado Vieja Escuela Z o Grupo Bravo, han estado llevando a cabo una guerra brutal por el control de territorios de distribución de drogas y rutas. Los enfrentamientos han resultado en secuestros, decapitaciones, desmembramientos, balaceras y tiroteos casi a diario.
Inicialmente la guerra había comenzado en la capital del estado de Tamaulipas, Ciudad Victoria, pero con el tiempo se ha extendido a la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo y al estado fronterizo de Nuevo León. Como informó anteriormente Breitbart Texas, en Nuevo Laredo, el CDN tuvo otra división cuando otra facción denominada Los Renegados se volvieron contra ellos y comenzaron a realizar ejecuciones ayudando a la facción Vieja Escuela.
Zetas

Treviño Chávez es el hermano de Juan Francisco “Kiko” Treviño Chávez. Como Breitbart Texas informó en exclusiva, agentes de Seguridad Nacional de Investigaciones (HSI) detuvieron a Kiko Treviño en Houston.
Poco después de la incursión en Ciudad Acuña, miembros de Los Renegados mostraron una fotografía que presenta el dinero y bienes incautados por el cártel junto a una cartulina aseverando el dinero como botín de guerra. Los miembros del cártel luego colgaron una manta llamando a “El Huevo” por abandonar a su abuela. En la manta, los miembros del cártel afirman que no matan a inocentes.
Los Zetas
Coahuila es el estado mexicano donde Breitbart Texas informó anteriormente, que Los Zetas fueron capaces de secuestrar, asesinar e incinerar a aproximadamente más de 300 víctimas de una comunidad rural con completa impunidad entre 2011 y 2013. Los Zetas incineraron a la mitad de sus víctimas dentro de la prisión del estado de Coahuila, en la ciudad fronteriza de Piedras Negras. Hasta la fecha, las autoridades no han buscado cárcel para los funcionarios de prisiones o políticos de alto rango que han estado respaldando a Los Zetas o cerrando los ojos.

La liberación constante de traficantes de drogas y miembros del cártel con cargos menores ha provocado tensión entre los funcionarios de la PGJE y diferentes cuerpos de policía en el estado como Los Gates y Fuerza Coahuila que han sido encargados de tomar medidas enérgicas contra los miembros del cártel.