"El M1" Mario Cárdenas Guillen y el acuerdo logrado con el Gobierno de EU
El exlíder del Cártel del Golfo, Mario Cárdenas Guillén, alias “El M1”, llegó a un acuerdo de culpabilidad ante las autoridades estadounidenses que lo acusan de tráfico de cocaína, por lo que se le inició un proceso luego de que en mayo pasado fue extraditado por el gobierno mexicano.
“Durante décadas, el Cartel del Golfo ha utilizado la intimidación y la violencia extrema para mantener el control de sus territorios en el noreste de México y contrabandear drogas mortales a comunidades de todo Estados Unidos”, dijo la administradora de la DEA, Anne Milgram, después de su extradición.
Según la acusación en su contra, al menos entre los años 2000 y 2012 “El M1” participó en una conspiración para traficar cocaína hacia Estados Unidos como uno de los líderes del Cártel del Golfo, por lo que además solicitó que se le incauten recursos o bienes por un monto equivalente a 40 millones de dólares.
Mario Cárdenas Guillén fue detenido dos veces en México. Primero en 1995, acusado de tráfico de drogas, tras lo cual cumplió su condena y obtuvo su libertad en 2007.
Después fue detenido en septiembre de 2012, tras un operativo de las Fuerzas Especiales de la Marina en Altamira, Tamaulipas. Fue trasladado al penal del Altiplano, en el Estado de México, donde en 2019 la FGR ejecutó una orden de aprehensión con fines de extradición en su contra.
“El M1” se amparó para evitar su extradición e incluso solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraer su caso, pues aseguraba que EE.UU. demoró demasiado en solicitar su extradición, aunque su demanda de protección ante la ley no dio resultados y fue entregado a las autoridades estadounidenses a mediados de 2022.
Mario Cárdenas es parte de una familia que dirigió el Cártel del Golfo durante más de dos décadas, pues su hermano es Osiel Cárdenas Guillén, quien fuera el máximo líder de la organización criminal hasta su captura, ocurrida en 2003.
Bajo el mando de Osiel, el Cártel del Golfo se hizo famoso por reclutar desertores del ejército mexicano para formar un brazo armado, que posteriormente se convertiría en Los Zetas, una de las organizaciones más sanguinarias y violentas de México.