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El Pacto se rompió con el Güero Palma

- 13:37:00


El Pacto se rompió con el Güero Palma

El mundo del narcotráfico ha sufrido cambios a lo largo del tiempo, no solo en la “modernización” de las drogas, también en los códigos con los que se manejan, rompiendo pactos implícitos entre ellos, teniendo el caso de Héctor “El Güero” Palma como parteaguas en sanguinarias venganzas contra las familias que antes eran intocables.

La historia de uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa parece estar sacada de una película de terror, pues de una manera por demás cruenta perdió a su esposa y sus dos hijos pequeños.

Ha pasado 26 años de su vida en prisiones de México y Estados Unidos, pero podría recuperar la libertad, algo que algunos ven como una amenaza, ya que consideran que aún podría ser vengativo y peligroso.

Héctor Luis Palma Salazar nació en Mocorito, Sinaloa, en una familia muy pobre, la situación económica familiar impidió que acabara la escuela primaria. Desde joven comenzó a delinquir para sobrellevar el hambre, hasta que su camino se cruzó con el Cártel de Guadalajara y comenzó a ser sicario.

Miguel Ángel Félix Gallardo, su jefe, vio en él a alguien de confianza pues tenía una facilidad y crueldad para asesinar sorprendente.

Esto lo llevó a escalar dentro del cártel, codeándose y trabajando con los grandes capos como Rafael Caro Quintero, Ernesto “Don Neto” Fonseca Carrillo y Manuel Salcido.

También conoció a Joaquín “El Chapo” Guzmán  y entabló una amistad con él, la cual los llevó a fundar el Cártel de Sinaloa. Pese a tener una personalidad discreta y un tanto sombría, el “Güero” tuvo una carrera criminal fructífera debido a su sello personal: la crueldad y sanguinariedad.

Obviamente fue dejando poderosos enemigos a su paso, quienes planearon una venganza acorde al hombre que odiaban.

Félix Gallardo, “El Padrino”, fue quien ejecutó el plan tras presuntamente sufrir el robo de un cargamento de cocaína por parte de Palma, por lo que junto a sus primos, los Arelllano Félix, idearon cómo lastimar al Güero.

Las venganzas

En 1989 un venezolano, Enrique Rafael Clavel Moreno, se introdujo en el cártel de Palma por órdenes de Gallardo. Comenzó a ganarse su confianza, pero también el corazón de Guadalupe Leija de Palma -esposa del capo- al grado de convencerla de irse con él a Estados Unidos llevándose a sus dos pequeños hijos.

Una vez en el país objetivo, Clavel Moreno decapitó a Guadalupe y envió su cabeza al Güero Palma en una caja de metal refrigerada.

Días después del asesinato de la mujer, Rafael se llevó a Nataly, de cuatro años, y Héctor, de cinco años, al puente de la Concordia, en San Cristóbal, Venezuela, desde donde los arrojó de más de 150 metros de altura y también envió el video de lo ocurrido a Palma Salazar.

Palma recuperó los restos de sus familiares y los sepultó en un lujoso mausoleo de 420,000 dólares en el Panteón Jardines del Humaya, en Culiacán, Sinaloa. Ahí mandó pintar en el techo a su esposa y sus dos hijos, sonrientes rodeados de nubes.

Una vez enterrados, comenzó una venganza que duró al menos cinco años, en la que se derramó muchísima sangre.

El primero en morir, ya estando en prisión por el asesinato de los niños, fue Clavel Moreno. También sus tres hijos fueron asesinados y desmembrados. Policías también estuvieron entre sus víctimas, pues estaban coludidos con los narcotraficantes.

En septiembre de 1992 nueve cadáveres fueron encontrados en Iguala, Guerrero. Se trataba de cuatro familiares directos de Félix Gallardo, así como amigos y abogados de ese narcotraficante. Los cuerpos presentaban muestras de tortura extrema.

Pero los hermanos Arellano Félix lograron escapar de la cruel venganza, no solo por los intentos fallidos, sino también porque el Güero Palma fue detenido en 1995.

 

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