Las autoridades mexicanas presuntamente han estado escoltando cargamentos de drogas desde zonas de desembarco clandestinas en playas rurales hasta bodegas y zonas de envío en el estado de Michoacán. Las escoltas presuntamente están siendo realizadas por la Guardia Nacional y la Marina de México para evitar que cárteles rivales roben los cargamentos de cocaína que llegan en lanchas rápidas desde Centro y Sudamérica.
Durante varias semanas, se ha estado entrevistando a residentes locales y documentando patrullas militares que han estado proporcionando seguridad para los envíos de cocaína en el estado de Michoacán. Las escoltas por las fuerzas militares suceden en un momento en que la Guardia Nacional de México creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como su respuesta a la creciente violencia en todo el país, ha sido acusada de corrupta e ineficaz. A pesar de las muchas promesas de campaña de López Obrador, la Guardia Nacional no ha logrado detener la violencia incontrolable en México, y en solo unos meses, la fuerza policial paramilitar ha sido implicada en numerosos actos de corrupción, incluyendo varios actos de extorsión.
Los residentes locales en Michoacán han documentado que, en algunos casos, miembros de la Marina y la Guardia Nacional de México han estado escoltando los cargamentos de cocaína en lo que parece ser horas de servicio y en sus vehículos gubernamentales asignados. Se ha logrado identificar tres vehículos de la Marina de México asignados a la Guardia Nacional con los números de unidad #610170, #610231 y# 610228, como algunos de los vehículos que han participado para proporcionar seguridad a los envíos del cartel.
El área donde desembarcan los envíos de cocaína en Michoacán está actualmente controlada por facciones del Cartel de Los Viagras-Familia Michoacana que han estado luchando contra el Cartel Jalisco Nueva Generación por el control del tráfico de drogas y los territorios de producción.
En las zonas rurales de la costa, los operadores de cárteles han estado trabajando activamente con sus contrapartes en Centroamérica para mover grandes cargamentos de cocaína a través de pequeñas lanchas rápidas que navegan entre tres y cinco millas de la costa. Las lanchas rápidas han estado llegando al oeste del Puerto de Lázaro Cárdenas donde los traficantes han estado utilizando las playas de Pichilinguillo, Colola y hasta el Faro de Bucerías para atracar y descargar cargamentos de cocaína.
Los operadores locales del cartel no saben de antemano dónde llegara la lancha y solo se le dice a qué playa moverse en el último momento, en un intento por minimizar las filtraciones a organizaciones rivales. Los operadores del cartel se desplazan al lugar seleccionado y preparan las áreas de desembarco para que lleguen las lanchas rápidas. Ahí los miembros del cartel descargan los paquetes de drogas en varios camiones que trasladan los paquetes de cocaína a los escondites.
ESCÁNDALO! con Fotos acusan a Marinos y Guardia Nacional de escoltar y proteger cargamentos de COCAÍNA en las costas de Michoacán
— El Diario Del Narco (@Diariodenarco) May 28, 2020
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