La llamada de El Z-40 Miguel Treviño Morales a "la Barbie" Édgar Valdez Villareal y el favor que nunca olvidara
En los últimos años en nuestro país se ha desatado una ola de crímenes y violencia, la mayoría de los cuales han sido provocados por carteles y organizaciones criminales; sin embargo, existen algunas historias del narcotráfico ocultas, las cuales dan cuenta de cómo se maneja dicho mundo y todo lo que ocurre dentro de las organizaciones criminales.
Es probable que no sepas quién es Miguel Treviño Morales, aunque seguramente estás familiarizado con su apodo, El Z-40, pero, aunque no lo conozcas debes saber que fue uno de los capos mexicanos más importantes y que, durante mucho tiempo, tuvo una rivalidad con Édgar Valdez Villareal, mejor conocido como La Barbie, la cual causó muchas muertes.
El Z-40 y La Barbie pertenecían a grupos rivales, los cuales, durante mucho tiempo, se disputaron el control de algunos estados, siendo Guerrero el escenario principal de sus conflictos.
Aunque existen múltiples historias sobre las peleas que tuvieron el cartel de los Zetas y el grupo comandado por La Barbie, el relato que más llama la atención acerca de lo ocurrido entre ellos es el de una llamada telefónica, la cual está llena de intrigas y misterios.
La conversación telefónica entre el Z-40 y La Barbie ocurrió de forma inesperada y su historia se remonta a un día, cuando un grupo de agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), la cual se rumoraba operaba bajo las órdenes de La Barbie, capturó a varios integrantes de los Zetas, entre los cuales se encontraba un hombre, el cual tenía el alías de La Vizcacha.
Un día después de lo ocurrido, El Z-40 decidió buscar la forma de ayudar a sus compañeros, por lo que inmediatamente se movilizó y logró realizar una llamada telefónica a quienes él sabía que habían capturado a sus colaboradores y para sorpresa de Miguel Treviño quien estaba al otro lado de la línea era La Barbie.
De acuerdo con diversos rumores, la conversación entre El Z-40 y La Barbie fue breve, pues la petición del líder de los Zetas era que dejaran en libertad a la esposa y a la hija de La Vizcacha pues, a pesar de que eran enemigos, tenían un pacto de no agresión hacia las familias.
Hasta el momento no se sabe exactamente qué fue lo que se dijeron, aunque hay una cosa cierta, la mujer y la pequeña hija de La Vizcacha fueron liberadas, consiguieron escapar y están con vida.