México. El pasado 6 de julio de 2017 Verónica Guadalupe Benítez Vega, de 21 años de edad, fue asesinada con extrema violencia en El Vidrio, municipio de Nicolás Romero, Estado de México.
Lupita, como le decía su familia, era una chica muy alegre, cariñosa, todos sus vecinos la querían mucho en especial los adultos mayores, ellos decían que era su ‘nietecita’.
Cuando fue asesinada, tenía pensado terminar sus estudios de Bioquímica Diagnóstica en la Fes Cuautitlán. Además, acaba de ser madre de un pequeño de tres meses.
Familia de la joven indica a Letra Roja que los probables responsables de este feminicidio fueron su esposo y la madre de este. Además, puntualizan que el proceso legal ha sufrido un sin fin de irregularidades.
Aquí la historia:
El 7 de enero del 2017, Lupita se casó con Luis Ángel “N”, de 23 años, ella siguió estudiando, pero los celos de este hombre fueron incrementando con el paso del tiempo, al grado de no dejarla continuar con sus estudios y amenazarla por utilizar redes sociales, manteniendo a la joven incomunicada.
Aquel día, el 6 de julio de 2017, una llamada alertó a Juanita, su hermana; fue rápido al lugar y se encontró con el cuerpo de Lupita cubierto con una sábana.
Autoridades mencionaron que había sido asesinada de 17 puñaladas en los senos, cuello y degollada. El rostro estaba severamente golpeado y con traumatismo craneoencefálico, fue una muerte extremadamente violenta.
La hermana de Lupita cuenta que en aquel lugar sólo se encontraba la suegra de su hermana y ni porque ella se encontraba ahí la llamaron a declarar.
Lo raro de este asunto, es que a pesar de la escena y de cómo encontró a su hermana, su cuerpo no tenía ni un sólo rastro de sangre. “Todavía se dieron el lujo de limpiarla”, recuerda.
Al preguntar por su cuñado y por su sobrino, nadie le dio razón alguna, por lo que fue a buscar a su cuñado al kínder donde vendía desayunos escolares.
Justo ahí se encontraba, vendiendo los desayunos, con la ropa manchada de sangre. Al ser confrontado por los familiares de Lupita, el esposo cayó en contradicciones, por lo que fue detenido por las autoridades.
La primera versión que Luis Ángel contó a la familia fue que alguien intentó llevarse a su hijo de tres meses de edad y en el forcejeo hirió de muerte a Lupita, pero las contradicciones siguieron.
Actualmente, Luis Ángel “N” se encuentra en el reclusorio de Barrientos y el próximo 7 de marzo se llevará a cabo la audiencia para comenzar con la etapa de acusación.
De acreditar su responsabilidad en el delito de feminicidio podría ser acreedor a una pena máxima de 70 años de prisión.
Por otra parte, Juanita indicó a Letra Roja que durante las investigaciones, se encontró que las uñas de Lupita, tenían carne de su agresor, siendo esta una prueba contundente pues fue comparado con el ADN de su posible agresor.
“YA QUE AL DEFENDERSE O INTENTAR ARAÑARLO SE LE QUEDÓ ENTRE LA PIEL Y LA UÑA”, INDICA JUANITA.
Juanita alza la voz por su hermana, ya que este proceso no ha sido nada fácil para la familia.
“AQUEL DÍA, NO SÓLO LA ASESINARON A ELLA, ASESINARON A TODA LA FAMILIA. ADEMÁS UN BEBÉ SE QUEDÓ SIN SU MADRE.
“EN LO QUE VAN DE LAS INVESTIGACIONES, HE RECIBIDO AMENAZAS DIRECTAS DE LA FAMILIA DE MI EXCUÑADO, ME DICEN QUE VENDRÁN POR MIS HIJOS O POR MÍ, POR LO QUE LOS HAGO CULPABLES POR SI ME PASA ALGO A MÍ O A MI FAMILIA”, SEÑALA JUANITA.
La familia de Lupita lo único que pide a la Fiscalía es justicia, que el presunto asesino de su hermana quede preso y pague por la muerte de Lupita.
Para finalizar, la familia de Lupita expresa que a pesar de tantas irregularidades en el caso esperan que el Estado de México lleve una acusación debidamente sustentada, ya que de no hacerlo la muerte de Lupita quedaría impune.
“HAY DEMASIADAS PRUEBAS QUE SEÑALAN QUE EL ASESINO ES EL ESPOSO.
“LUPITA TENÍA CARNE DE ÉL EN SUS UÑAS, ES IRREAL QUE NO TOMEN ESO COMO PRUEBA, CUANDO HICIERON LAS PRUEBAS NECESARIAS”, SEÑALA JUANITA.