El estado de Guanajuato, gobernado desde hace 20 años por el PAN, vive la peor ola de violencia de los últimos años; en solo tres meses, de 2016, el homicidio doloso aumentó 64 por ciento. De acuerdo con cifras oficiales, Guanajuato dejó de ser una de las entidades más tranquilas del país; en cinco años, pasó del sitio 16 al tercer lugar en incidencia delictiva.
En el programa que conduce Carlos Loret se informó que empresarios locales y autoridades lo atribuyen a la colindancia que tiene Guanajuato con Michoacán y Jalisco, estados con fuerte presencia del crimen organizado.
Considerado uno de los estados más tranquilos, en 2011, Guanajuato ocupaba el lugar 16 en la incidencia delictiva; para el 2014, ya estaba en quinto lugar, reveló el estudio Índice de Paz en México; este año ya ocupa el tercer lugar en incidencia delictiva, sólo por debajo de la Ciudad de México y el Estado de México, de acuerdo a las denuncias registradas en el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El titular de Seguridad Pública de León asegura que la situación está bajo control; el único delito que les está costando reducir es el robo a casa-habitación.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Celaya minimiza la tasa de homicidios en ese municipio; considera que el problema de inseguridad son otros delitos.
Insert de Enrique Jiménez Lemus, presidente del CCE de Celaya, Guanajuato: “La situación de inseguridad en el municipio de Celaya vimos números que alarmaron; percibimos que sí se dio un alza en la comisión de delitos del fuero común, esto es robo a casa-habitación, robo a transeúnte, a vehiculos”.
Los robos son delitos que también se han incrementado en otros municipios, como Irapuato.
Asi se reparten el Estado el CJNG y "Los Zetas"
Como si se tratara de un pastel, los cárteles del narcotráfico, previa autorización de los cárteles del gobierno, se dividen los estados para realizar sus actividades criminales. En Guanajuato, de sur a norte y en el corredor industrial, desde Irapuato a León, las rutas y las plazas ya están señaladas y repartidas. Dos cárteles, principalmente, son los dueños del estado: el Cártel de los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación. No hace mucho, unos 10 años, el estado estaba libre de la violencia que se vivía en el vecino Michoacán o en Jalisco; hoy, nadie está a salvo de la delincuencia en el bastión panísta, que fue pactado y entregado, para obtener dividendos de las organizaciones delictivas.